Minsk (Martes, 11-02-2020, Gaudium Press) El sacerdote Bertalan Varga, nuevo párroco de Halmaj, una población del condado de Borsod-Abaúj-Zemplén en Bielorrusia, llegó al lugar con una notable sorpresa mariana: su mudanza contiene una serie de cajas que albergan unos 1850 Rosarios de diversas procedencias, recolectados durante más de 30 años. Además de las piezas reunidas, el sacerdote mismo ha fabricado más de 50 rosarios de su colección.
Algunos de los rosarios de la colección del P. Bertalan Varga. Foto: Magyar Kurir. |
Aunque la mayor parte de la colección continúa empacada mientras se realizan trabajos de renovación en la parroquia asignada, el sacerdote compartió con el informativo de la Iglesia Católica en Bielorrusia, Magyar Kurir, el significado de este devoto pasatiempo. La devoción mariana es una característica de su familia, rastreada hasta sus tatarabuelos. Él mismo construyó un altar para la Santísima Virgen cuando era niño y se unió a la Sociedad del Rosario cuando tenía 11 años de edad.
El interés por recolectar rosarios surgió cuando trabajaba como Capellán en los años 1988 a 1993. Cuando servía impartiendo cursos bíblicos, muchas de las mujeres presentes se quejaban de que sus rosarios se habían roto. Para solucionar esto, el sacerdote viajó a su lugar natal y se puso en contacto con un grupo de religiosas de la Sociedad del Corazón de Jesús.
«Como eran ancianas, se dedicaban a hacer rosarios. Una semana les traje los rosarios rotos, y la semana siguiente llevé los que habían reparado. Las vi trabajar», relató el sacerdote. «Cuando uno de ellas murió, heredé sus alicates, una herramienta especial para picos de Alemania. Traje a las hermanas cuentas, alambre, cadena y comencé a hacer rosarios yo mismo». En el lugar donde se encontraba había una ventana clausurada a modo de nicho, la cual aprovechó para colocar una imagen de la Santísima Virgen. «Me pregunté qué hacer a su alrededor», recordó. «Fue entonces cuando comencé a recolectar rosarios».
En el inicio de su colección, el sacerdote exhibía en el muro en torno a la imagen mariana cerca de 200 rosarios. Cuando fue enviado como párroco a Tiszaújváros, contó con un mayor espacio y entonces amplió su colección a un corredor completo. El sacerdote ha llevado su colección a los diferentes lugares donde ha sido enviado a servir y planea donar la colección de Rosarios a su pueblo natal, donde en la actualidad gobierna un joven alcalde creyente. A los rosarios se suman varias imágenes y pinturas religiosas que ofrecerán un testimonio devoto a los pobladores.
Con información de Magyar Kurir.
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