Berlín (Lunes, 09-03-2020, Gaudium Press) Siguiendo la tradición de cubrir las imágenes religiosas de los templos durante la Cuaresma para reflejar el espíritu penitencial del tiempo litúrgico, el templo parroquial de Schönau an der Brend, en el estado federado de Baviera, Alemania, cubrió su altar mayor y sus altares laterales con tres hermosos velos que probablemente datan de finales del siglo XVIII. Los velos fueron hallados en mal estado en un ático en 2008 y sometidos a un proceso de restauración.
Los velos restaurados, instalados durante el tiempo de Cuaresma. Foto: Liturgical Arts Journal. |
La exposición de los velos fue destacada por la revista especializada Liturgical Arts Journal, que aprovechó la noticia para explicar el sentido espiritual de esta práctica. «Velos como estos surgieron por primera vez en la Edad Media y estaban hechos comúnmente de lino blanco, con frecuencia incluyendo símbolos e imágenes de la Pasión sobre ellos, ya sea pintados o bordados», comentó Shawn Tribe, editor de la revista. «La idea detrás de estos velos es razonablemente autoexplicativa en su nivel más fundamental. Es decir, así como uno ayuna y se abstiene de varios alimentos durante este período del año litúrgico, así como las flores no adornan los altares en este momento, también se «ayuna» la belleza ornamental del altar y / o los retablos».
El templo de Schönau an der Brend sin velos. Foto: Liturgical Arts Journal. |
Según LAJ, los velos pudieron ser restaurados gracias a la generosidad de varios donantes por lo que pudieron retornar al uso litúrgico en 2018. Los velos, a diferencia de otros empleado comúnmente, representan escenas de la Pasión de Cristo. «Uno podría estar tentado a pensar que los velos que están adornados con imágenes figurativas como estas no proporcionan mucho en cuanto a ‘velo visual’, pero cuando los velos se han quitado se puede ver cuánta belleza han ocultado».
Los velos tienen una medida notable de tres metros de ancho y seis metros de altura, habiendo sido diseñados para cubrir la totalidad de los altares, algo considerado extremadamente raro. Los velos no fueron empleados en la parroquia al menos durante cincuenta años, por lo que la memoria sobre su almacenamiento se había perdido.
Con información de Liturgical Arts Journal.
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