Ciudad del Vaticano (Viernes, 13-11-2009, Gaudium Press) El «empeño de la Iglesia en el desarrollo de una sociedad más justa, en la cual sean reconocidos y respetados todos los derechos humanos de los individuos y de los pueblos», es lo que pidió el Papa Benedicto XVI a los participantes de la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo «Cor Unum». Hoy de mañana fueron ellos recibidos por el Pontífice en audiencia privada en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano. El tema de la asamblea el «Recorridos formativos para los obreros de la caridad».
El Papa dijo a los representantes del dicasterio romano responsable por las obras sociales de la Iglesia que «la caridad hace parte de la naturaleza propia de la Iglesia».
Por esto «la comunidad cristiana no puede y ni debe permanecer al margen de la defensa de los derechos humanos», pero no compete a la Iglesia intervenir en la política de los estados.
En la fe y en la búsqueda de la verdad hay una fuerza espiritual capaz de encontrar una orden justa. «Los cristianos saben que son llamados a servirse y a amar al mundo», dijo el Papa.
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