Caracas (Jueves, 12-03-2020, Gaudium Press) El Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. José Luis Azuaje, emitió un mensaje en el cual respaldó a los miles de ciudadanos que salieron a las calles el pasado 10 de marzo para pedir el respeto de sus derechos y la realización de elecciones libres. El evento principal de la jornada fue una marcha hacia la Asamblea Nacional presidida por el Presidente de la Asamblea Nacional y Presidente encargado Juan Guaidó, la cual fue bloqueada por la policía, la cual atacó a los manifestantes con gases lacrimógenos.
El pueblo de venezuela se ha manifestados repetidamente en favor de la realización de elecciones libres, pero el régimen de Nicolás Maduro ha mantenido su control a través de las fuerzas de seguridad. Foto: Kira Kiriakin. |
«Hoy, 10 de Marzo, el pueblo venezolano ha vuelto a la calle exigiendo sus derechos y manifestando su deseo de un cambio de rumbo en la política democrática del país y en la economía», afirmó Mons. Azuaje. «El deterioro de la calidad de vida, el que nos hayan llevado a vivir de cualquier manera, sin luz, sin agua, sin remuneración justa, sin gasolina, sin paz, sin familia; son entre otras cosas, ámbitos de inestabilidad social y mayor pobreza».
El prelado denunció que las autoridades del régimen de Maduro convocaron a una marcha contraria de forma simultánea y enviaron a las calles a numerosas fuerzas de seguridad un día antes para evitar la manifestación de los habitantes, «en las distintas calles y avenidas de las ciudades que le pertenecen a la sociedad civil, pero que son bloqueadas por quienes deben ser los servidores del pueblo». Mons. Azuaje hizo un llamado por el respeto, el entendimiento y los espacios de encuentro, pidiendo evitar la violencia que destruiría «lo que queda como tejido social».
«Ciertamente, el país no puede seguir en esta cadena de deterioro. Hay necesidad de cambios estructurales en la política y la economía, y de liderazgos que vayan más allá de intereses ideológicos o de sostener un poder a toda costa», concluyó el prelado. «De ahí la interpelación a seguir construyendo ciudadanía que facilite una sociedad más justa y libre, que permita la promoción y el resguardo de la dignidad de la persona humana e incentive el desarrollo humano integral».
Con información de Conferencia Episcopal Venezolana.
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