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Chiquinquirá (Miércoles, 18-03-2020, Gaudium Press) La oración y la fe mueve montañas, y hace posible lo que parece imposible. Esta premisa ha motivado a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Santuario Mariano Nacional de Colombia a realizar un Rosario Mundial para pedir por la salud del mundo, tan afectado por el coronavirus Covid-19.
La jornada de oración tendrá lugar el viernes 20 de marzo a las 6:00 p.m. desde el santuario colombiano con transmisión en vivo, tal como se detalla en la convocatoria que se está difundiendo a través de las redes sociales del santuario nacional:
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| Virgen de Chiquinquirá, Reina y Patrona de Colombia, ruega por nostoros y la salud del mundo / Foto: Sonia Trujillo |
«Conéctate en vivo desde tu casa el próximo viernes 20 de marzo a las 6:00 p.m a través de nuestra Fanpage de Facebook y Emisoras Reina de Colombia. Rezaremos juntos ante la Reina y Patrona de Colombia por la salud del mundo».
«Unámonos a esta intensión conectados desde sus hogares, sin necesidad de acudir al templo, oraremos por la salud del mundo. Tan solo con el celular o la radio, estaremos todos en oración desde todos los rincones del planeta», añaden.
La eficacia del Santo Rosario en momentos difíciles según Juan Pablo II
San Juan Pablo II, en la carta apostólica ‘Rosarium Virginis Mariae’ que dirigió en el 2002 al episcopado, al clero y a los fieles sobre el Santo Rosario, y con el que convocó el Año del Rosario que ocurrió de Octubre 2002 a octubre 2003, dijo sobre la oración mariana:
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«Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados: ‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá’ (Mt 7, 7). El fundamento de esta eficacia de la oración es la bondad del Padre, pero también la mediación de Cristo ante Él (cf.1 Jn2, 1) y la acción del Espíritu Santo, que ‘intercede por nosotros’ (Rm 8, 26-27) según los designios de Dios. En efecto, nosotros ‘no sabemos cómo pedir’ (Rm 8, 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf. St 4, 2-3) (…) Para apoyar la oración, que Cristo y el Espíritu hacen brotar en nuestro corazón, interviene María con su intercesión materna. ‘La oración de la Iglesia está como apoyada en la oración de María'».
Afirmó, además que el Santo Rosario es a la vez meditación y súplica: «La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón del Hijo».
En la carta apostólica el santo papa también recordó que el Rosario bendito de María es una «cadena dulce que nos une con Dios», explicando que la Iglesia siempre ha visto en esta oración «una particular eficacia, confiando las causas más difíciles a su recitación comunitaria y a su práctica constante».
«En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada, se atribuyó a la fuerza de esta oración la liberación del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvación», subrayó el Papa polaco.
Con información de Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Vatican.va.
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