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Redacción (Jueves, 26-03-2020, Gaudium Press) Siguiendo las orientaciones de las autoridades, como forma de prevenirse contra la pandemia del nuevo coronavirus, el COVID-19, diócesis brasileñas han dispensado a los fieles del precepto dominical, determinando que sus respectivos sacerdotes celebren la Santa Misa de forma privada.
De acuerdo con informaciones publicadas en el website de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), 33 Arquidiócesis, 82 Diócesis, 2 Prelaturas y la Administración Apostólica Personal San Juan María Vianey ya suspendieron las misas con público.
Santa Misa transmitida por internet y televisión
Para no dejar a los fieles católicos sin participar de la Celebración Eucarística, muchas de esas Parroquias y Diócesis optaron por transmitir la Santa Misa por internet o por emisoras de televisión de inspiración católicas.
El asesor de la Comisión Episcopal Pastoral para la Liturgia de la CNBB, Padre Leonardo José Pinheiro, resalta que las Misas transmitidas vía streaming, «se tornan instrumentos eficaces de ‘reunir’ a todos, cada uno en sus casas, sobre todo los ancianos, en torno a la Palabra de Dios».
El sacerdote recordó además que una forma de estar en oración y en sintonía con la Iglesia es a través de la meditación de la Liturgia Diaria solo o en familia. En este Tiempo de Cuaresma, además de la liturgia del día, es posible intensificar la lectura y meditación de la Palabra de Dios, el rosario y la Vía Sacra.
Cómo prepararse para la Misa durante la cuarentena
El website de la CNBB también presenta algunas sugerencias para orientar a los fieles católicos a prepararse para las celebraciones a distancia, transmitidas por internet o la TV.
La primera de las sugerencias es preparar la mente, tomando consciencia de que esa no es una transmisión cualquiera, sino la de la Santa Misa. Además de eso, los fieles son aconsejados a preparar el espíritu entrando en el clima como si estuviesen entrando en el interior del templo.
También se recomienda que se prepare el cuerpo y la casa, de forma que el exterior corresponda al interior. Por tanto, se orienta que los trajes sean dignos y la casa esté en un ambiente celebrativo «mantel en la mesa, una vela, el crucifijo, la Biblia abierta».
También se sugiere que se reúna la familia para orar en conjunto sin «ruido, distracciones o conversaciones paralelas». Además de eso, también son aconsejados a participar activa y efectivamente, respondiendo y cantando juntos durante la transmisión.
Por último, se recomienda que la Liturgia de la Palabra sea acompañada con el corazón abierto y la Liturgia Eucarística con atención y respeto, arrodillándose en la consagración, adorando al Señor con piedad y realizando la comunión espiritual.
«Todos son llamados, incluso no comulgando concretamente como harían si estuviesen en las celebraciones, a hacer su comunión espiritual, esto es, en el momento de la comunión en sus casas unir su corazón con toda la iglesia cultivando en el corazón el deseo de estar recibiendo el cuerpo del Señor y juntando su oración a las oraciones de toda la Iglesia, sobre todo para que se supere rápido este momento de la pandemia que estamos enfrentando. Estaremos así unidos por la fuerza de la fe y las ondas de los medios de comunicación», orienta el asesor de la Comisión para la Liturgia de la CNBB. (EPC)
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