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Londres (Jueves, 02-04-2020, Gaudium Press) Christian Solidarity Worldwide (CSW) ONG con base en Inglaterra y oficinas en Bélgica, Escocia, EE.UU y Nigeria, y que tiene como objeto «asegurar que el derecho a la libertad de religión o creencia sea mantenido y protegido», ha emitido el 2020 China Report,donde evidencia un desalentador panorama para los creyentes en China. «Reprimidos, eliminados, re-educados: El dominio sobre la vida religiosa en China», es el lema del reporte.
«El nivel de libertad de religión o creencia en China está rápida y significativamente decreciendo. Hay signos tangibles de esto, como la demolición de templos, mesquitas e iglesias por parte de las autoridades, y la remoción de símbolos religiosos e imágenes de casas y lugares de culto», expresa la introducción al reporte.
No obstante hay signos menos evidentes pero también harto reveladores de la limitación de la libertad de religión en el país asiático: El «clero es removido de sus cargos y reemplazado con aquellos que cuentan con la aprobación del gobierno; presión sobre las escuelas para verificar las creencias de sus estudiantes y staff; y cámaras de vigilancia son instaladas en el interior y alrededor de los lugares de adoración. En los casos más extremos, adherentes religiosos son arrestados, aprisionados, torturados y aún asesinados en conexión con su religión o creencia».
CSW destaca que las políticas anti-religión en China, se evidencian en la revision de las «Regulaciones sobre Asuntos Religiosos» del estado chino, y su nuevo énfasis en la ‘sinización’ de todas las comunidades religiosas en China, en el sentido de que se alínen la ‘Orientación china’ y se adapten a la ‘sociedad socialista’. La intención es «erradicar la religión independiente y llevar a todas las actividades religiosas al control del Estado».
Católicos. Recomendaciones a la comunidad internacional
El reporte afirma que desde el acuerdo Vaticano-China del 2018 también la situación de los católicos ha empeorado. Para muchos católicos se ha creado «la percepción de que el Vaticano puede aparecer como habiendo legitimado indirectamente el record contra los grupos religiosos del gobierno chino, incluyendo [afectación] a los católicos, al mismo tiempo que la libertad de religión se está rápidamente deteriorando».
CSW hace diversas recomendaciones a la comunidad internacional, con relación a la grave situación de libertad religiosa en China. Algunas son:
«En cada oportunidad posible, en público y en privado, instar al gobierno chino a respetar, proteger y promover el derecho a la libertad de religión o de creencias para todas las personas en China (…). En cada oportunidad posible, en público y en privado, condenar el uso de campos de reeducación y todas las formas de detención extralegal, desaparición forzada y detención arbitraria».
Insta también CSW a favorecer todos los medios de investigación de violaciones de derechos humanos, con el ánimo de tipificar si los abusos cometidos por el gobierno chino constituyen crímenes contra la humanidad y genocidio cultural. Además invita a considerar sanciones contra los responsables políticos por abusos en derechos humanos, particularmente los abusos en materia de libertad religiosa.
CSW convoca a las compañías que operan en China o que están implicadas en la venta de tecnología de vigilancia a evaluar con criterios de derechos humanos sus transacciones con repercusión en las minorías religiosas o étnicas, escuchando a portavoces de la sociedad civil posiblemente afectada.
El temor, de que la tecnología sirva para el control de las comunidades creyentes, surge o se fortalece incluso para ámbitos más allá de los países que clásicamente persiguen la religión. (CCD)
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