Yangon (Viernes, 03-04-2020, Gaudium Press) El Presidente de Federación de Conferencias Episcopales de Asia y Arzobispo de Yangon, Birmania, Cardenal Charles Maung Bo, pidió a la comunidad internacional hacer responsable al régimen del Partido Comunista Chino por los estragos de la pandemia de COVID-19. Según advirtió, las autoridades le deben al mundo una disculpa y la compensación por el daño causado.
Cardenal Charles Maung Bo, Presidente de Federación de Conferencias Episcopales de Asia. Foto: Bitter Winter. |
«Las voces internacionales se alzan contra la actitud negligente mostrada por China, especialmente su despótico Partido Comunista Chino (PCCh) dirigido por su hombre fuerte, Xi (Jinping)», indicó el purpurado, quien lamentó la reapertura de los controvertidos mercados en los cuales probablemente se originó el contagio.
El Cardenal citó un modelo epidemiológico de la Universidad de Southampton que simuló las condiciones si las autoridades chinas hubieran actuado antes. «Si China hubiera actuado responsablemente al menos una, dos o tres semanas más rápido, el número de afectados por el virus se hubiera reducido un 66 por ciento, 86 por ciento o 95 por ciento respectivamente», se lamentó el purpurado. «Su fracaso ha desatado un contagio global que ha matado a miles».
El Card. Maung Bo reconoció que los gobiernos locales tienen responsabilidad sobre sus acciones para frenar la pandemia, pero advirtió que uno de ellos, el gobierno chino, tiene una mayor responsabilidad. «Permítanme ser claro: es el Partido Comunista Chino el que es responsable, no el pueblo de China, y nadie debería responder a esta crisis con odio racial hacia los chinos», agregó el Arzobispo, quien calificó a la población china como la principal víctima no sólo de la enfermedad sino de la represión. «Ellos merecen nuestra simpatía, nuestra solidaridad y apoyo. Pero son la represión, las mentiras y la corrupción del Partido Comunista Chino las responsables».
«Como mínimo, (China) debería cancelar las deudas de otros países, para cubrir el costo de COVID-19. Por el bien de nuestra humanidad común, no debemos temer que este régimen rinda cuentas», exhortó el Cardenal. El purpurado lamentó que en su país, Birmania, las condiciones de pobreza y un alto número de refugiados hacen muy difícil la aplicación de medidas para prevenir el contagio, por lo cual aseguró que debido a su «manejo inhumano e irresponsable del coronavirus», el Partido Comunista Chino «ha demostrado lo que muchos pensaban anteriormente: que es una amenaza para el mundo».
Con información de Crux.
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