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Singapur (Miércoles, 8-4-2020, Gaudium Press) Mons. William Goh, Arzobispo de Singapur, convocó el pasado Martes Santo a una jornada extraordinaria de 24 horas de oración y ayuno para implorar el fin de la pandemia de coronavirus. El prelado recordó que Dios puede superar las acciones de los hombres, por lo cual se invocó la intervención divina en favor de los hombres. La elección del Miércoles Santo es debida a la lectura del Evangelio, que recuerda la traición de Judas, para que los fieles pidan perdón a Dios por su traición a través de los pecados que acarrea el juicio divino.
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«Estamos ante una de las crisis más desafiantes de nuestro tiempo», afirmó el prelado en la convocatoria, realizada a través de una Carta Pastoral. «Ante este Covid-19, muchos de nosotros nos sentimos impotentes en la lucha contra él. Incluso los gobiernos de todo el mundo se dan cuenta de lo inadecuados que son para manejar esta propagación del virus o para evitar la muerte».
El prelado recordó que a pesar de los esfuerzos, aún no se ha podido hallar una cura o una vacuna. «Si el hombre no puede hacerlo, solo Dios puede hacerlo», afirmó. «Una vez más, las palabras de San Pablo deberían despertarnos a todos a la arrogancia y al orgullo de esta generación moderna. ‘Para avergonzar lo que es fuerte, Dios eligió lo que es débil según los cálculos humanos; aquellos que el mundo piensa que son comunes y despreciables son los que Dios ha elegido: aquellos que no son nada en absoluto para mostrar a los que son todo'»
Por estos motivos, Mons. Goh afirmó que la solución es «interceder por el perdón de los pecados de la humanidad», recordando las palabras del Deuteronomio: «Has ejecutado verdaderos juicios en todo lo que has traído sobre nosotros … a causa de nuestros pecados. Porque hemos pecado y quebrantado tu ley al apartarnos de ti; en todos los asuntos hemos pecado gravemente».
«Por lo tanto, como su Pastor, los invito a todos a unirse a mí en una vigilia de 24 horas de oración, ayuno y penitencia (o 24 horas de oración, ayuno y penitencia), comenzando a las 7pm el martes santo, 7 de abril y terminando a las 7pm el miércoles santo, 8 de abril», exhortó el Arzobispo. «Si bien hemos hecho todo lo posible para implementar las medidas de precaución y brindar apoyo a los trabajadores de la salud y a todos los afectados por Covid-19, no es suficiente. Necesitamos orar e interceder juntos como Iglesia por la misericordia de Dios y la intervención divina en el mundo».
Aunque esta prueba pueda purificar al mundo de la codicia, la arrogancia y numerosos pecados, Mons. Goh invitó a «pedirle a Dios que sea misericordioso con la humanidad que sufre la pérdida de las vidas de sus seres queridos». El prelado pidió la intervención divina no sólo sobre el coronavirus «sino que a través de esta pandemia, el mundo puede volver a sus sentidos y reconocer que el hombre no tiene control total sobre el mundo, independientemente de cuán tecnológicamente y militarmente avanzados estamos. Solo Dios decide porque es el Señor de la vida y la muerte».
Con información de Arquidiócesis de Singapur.
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