Lima (Lunes, 16-11-2009, Gaudium Press) El cardenal arzobispo de Lima, Mons. Juan Luis Cipriani, durante su programa «Diálogo de Fe», realizado el pasado sábado 14, pidió serenidad y veracidad al referirse al caso de espionaje internacional descubierto esta semana entre el país y Chile.
El prelado también reflexionó sobre la importancia de los valores espirituales para resolver el tema de las «Barras Bravas» (tipo de hinchada popular en América Latina conocida por incentivar a sus equipos con cantos y fiesta en las graderías, responsables, en algunas ocasiones, por muchos actos de violencia dentro y fuera de los estadios) y mejorar la sociedad.
El arzobispo de Lima afirmó que la política internacional ha sido siempre llevada con seriedad por los canales establecidos y que, a la Iglesia Católica, no compete definir la política externa de los Estados, pero lo que se puede decir es que ella busca siempre el camino de la paz unida a la verdad.
«Es necesario calmar los ánimos exigiendo un poco más de transparencia», resaltó el cardenal, señalando que todo país tiene obligación de preservar el orden interno y externo, y por muchas dificultades que haya vivido Perú, no se puede vivir en el pasado.
Mons. Cipriani apeló a una mayor seriedad y una exigencia mayor de la verdad y, «que no se traten los temas como si fuesen agendas políticas o agendas de los medios de comunicación».
«Somos pueblos hermanos, y tenemos la obligación de serlo o, entonces, estaríamos fracasando en un nivel más profundo. Si dos países vecinos, aunque diferentes, no pueden entenderse, en vez de mejorar, empeoramos», aseguró el prelado.
El arzobispo de Lima invocó a Dios para que ilumine a los gobernantes para una relación más transparente y más serena, y que sigan avanzando como países miembros de la familia de Dios.
‘Barras bravas’
Por otro lado, Mons. Cipriani dijo que sería correcto colocar un interés mayor en los valores espirituales, que incentivan y ayudan a resolver los problemas. Mons. Cipriani observó que el tema de las «Barras Bravas» es un tema conjunto porque los padres de familia abandonaron a sus hijos y las escuelas no se preocupan con la disciplina.
«Es un tema complicado, pero no muy difícil de resolver si es realizado con pulso firme en el cual deben ser envueltos no solo la policía, sino también municipios, padres de familia, medios de comunicación y el Poder Judicial», afirmó el prelado.
En otro momento, Mons. Cipriani señaló que, Dios, hoy, nos pide ese corazón y esa mente de buen samaritano. «Este buen samaritano está inclinado a los más necesitados para traerles el amor de Dios».
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