Padua (Lunes, 20-04-2020, Gaudium Press) El pasado 31 de marzo desde la Basílica de San Antonio en Padua, Italia, la imagen del santo junto con una reliquia se asomó hacia la ciudad para bendecir Italia y el mundo, y pedir la protección del paduano en este tiempo de dificultad que enfrenta al mundo por causa de la pandemia.
El hecho ocurrió en la tarde de aquel día de manos de Fray Olivero Svanera, ofmconv, Rector de la Basílica de San Antonio, quien como un gesto de cercanía a Padua, Italia y al mundo, descendió en procesión hacia la puerta principal acompañado por la imagen y la reliquia del dedo de santo, un evento para la ocasión extraordinario, ya que solo ocurre en junio cuando es exhibida la reliquia. (Ver video: Bendición ANtoniana de San Antonio de Padua a la ciudad y al mundo).
Este gesto recuerda que San Antonio de Padua, en vida obró grandes milagros, y que aún los sigue obrando convirtiéndose es un gran intercesor y protector para tiempos difíciles. No hay nada que San Antonio no pueda obrar, si se pide con fe su intercesión. Por lo menos eso es lo que indica varios de los milagros que obró en vida.
Un muerto resucita en defensa el padre de San Antonio
Uno de ellos es recordado en su natal Lisboa, donde se halla la iglesia de San Juan de la Plaza, cerca a la Catedral. De acuerdo con una tradición, allí su padre, Martín de Bulhones, mandó construir una capilla bajo la advocación de San Juan Degollado en agradecimiento a un milagro: se había salvado de la acusación de un homicidio.
Por entonces un joven había sido asesinado cerca a la casa del padre de San Antonio. De manera secreta los asesinos enterraron el cuerpo en su jardín. Al ser descubierto por la justicia, el señor Martín es acusado de homicidio.
Cuentan que el santo se hallaba en ese momento predicando en Padua y sintió que su presencia era necesaria en Lisboa. De inmediato, por el don de la bilocación, San Antonio se dirige con su padre, quien se encontraba compareciendo ante los jueces, siendo injustamente acusado por el crimen.
Los jueces se atemorizaron mucho al ver a San Antonio, quien pidió dejar llamar al muerto como testigo de defensa. Se dirigieron a la sepultura y en el lugar el santo pidió al muerto declarar la verdad de lo que había ocurrido. El fallecido resucita y confirma de inmediato la inocencia de su padre, luego descansa en paz. San Antonio aparece luego en Padua para continuar su predicación.
Oración a San Antonio de Padua
Acordaos ¡oh, glorioso San Antonio! amigo del Niño Jesús e hijo querido de María Inmaculada, que jamás se oyó decir que alguno de cuantos han recurrido a vos, implorado vuestra protección, haya sido abandonado. Animado de igual confianza, vengo a vos, ¡oh fiel consolador de los afligidos! y gimiendo bajo el peso de mis pecados me postro a vuestros pies y pecador como soy me atrevo a comparecer delante de vos. No desechéis, pues, mis súplicas, vos que sois tan poderosos cerca del Corazón de Jesús, antes bien, escuchadla favorablemente y dignaos acceder a ella. Amén.
Ver también:
Aumentan testimonios de milagros atribuidos a la mediación de San Antonio de Padua
Con información de El Pan de los pobres y Aciprensa.
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