Asunción (Martes 17-11-2009, Gaudium Press) Miles y miles de personas, especialmente jóvenes, participaron de los actos que se programaron para recibir al «maestro de los jóvenes», en cada una de las instituciones, iglesias y catedrales que visitó la imagen de Don Bosco.
Sin duda su presencia caló muy hondo en el corazón de la familia salesiana. Los jóvenes, por ejemplo, lo recibían como un verdadero ídolo. Su presencia motivaba gritos, cantos y bullicio, que ellos saben retribuir y brindar a las personas que se destacan en el arte, pero que en este caso la exteriorizaron a su maestro de la fe.
Su llegada, el pasado 29 de octubre, ya fue un adelanto de las multitudinarias convocatorias. Una larga caravana de fieles acompañó el vehículo que transportaba las preciosas reliquias desde Puente Remanso. Frente al santuario de María Auxiliadora, en cambio, otra multitud vibraba hasta que hizo su presencia el «ídolo de la juventud». Las ‘bandalizas’, con sus estridentes ruidos, los gritos juveniles y miles de globos, anunciaban que la visita era una realidad.
Y partir de este acontecimiento, visitó el Mons. Lasagna, Domingo Savio, la Catedral Metropolitana, el Salesianito, San Vicente, Don Bosco Róga, Concepción, colegio María Auxiliadora, Ypacaraí, Villarrica, Coronel Oviedo, Minga Guazú y hoy deja el país, luego de una misa que se oficiará a las 9:00 en la Catedral de Ciudad del Este. La entrega a los brasileños será a las 10:30 en la cabecera del puente.
El párroco de María Auxiliadora, padre Diógenes González, dijo que la presencia de Don Bosco dio impulso a la espiritualidad salesiana, además de renovar el compromiso «que tenemos de trabajar por los niños, jóvenes y por la recuperación de los valores cristianos».
El sacerdote sostuvo que fueron 18 días de intensa espiritualidad que sirvieron además para hacerse una revisión espiritual del trabajo que realizan los salesianos en 113 años de presencia en el país.
Por Ilde Silvero
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