Guadalajara (Martes, 17-11-2009, Gaudium Press) Bajo el tema «La osadía de la esperanza» culminó en Guadalajara el «Festival Internacional de Cine Tercer Milenio», una iniciativa -que nació en 1997- del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el Consejo Pontificio de la Cultura y el Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, de la mano de la oficina de cine de la Conferencia Episcopal Italiana, y con el apoyo de las productoras Medusa Film y RAI Cinema.
En la versión número 5 del Festival se presentaron películas que, en sus temas, resaltan la naturaleza y la dignidad humana. Durante 8 días -del 6 al 13 de noviembre- productores, directores, actores, invitados especiales y público compartieron estas temáticas y reflexionaron sobre los retos y desafíos que tienen los cineastas al producir filmes con valores y que estén al servicio de la evangelización.
El «Festival Internacional de Cine Tercer Milenio» se caracteriza por que proyecta películas que fomenten los valores universales, porque impulsa el talento de realizadores que presten atención a la calidad -tanto en realización, como en contenido- de su propuesta, y que contribuyan a la transformación de la cultura con temas, no necesariamente religiosos, que respondan a las grandes cuestiones del hombre, así como aquellas que animen al diálogo con el hombre contemporáneo.
En esta oportunidad el Festival premió con la «Sphera de la Luz», y en 3 categorías, a sus participantes: Gran Premio del Público y Gran Premio Interreligioso para los mejores largometrajes, y el Gran Premio del Jurado para el mejor cortometraje. Este año participaron 99 largometrajes y el Premio del Jurado fue declarado desierto porque solo se inscribieron 3 cortometrajes.
«El Juego Perfecto» -película que relata la historia de 10 niños quienes, guiados por su párroco y un entrenador que había vivido en carne propia la discriminación de los mexicanos en Estados Unidos, ganan un partido de béisbol frente al equipo de E.U- fue la película que abrió el Festival. «El Gran Torino» de Clint Eastwood, «El Delfín» de Eduardo Schuldt, «Antonio el Iluminado de Dios» de Antonello Belluco y «El Estudiante» de Roberto Girault, fueron otras de las películas que se presentaron.
Una iniciativa en pro de la evangelización
Este encuentro anual de cineastas -tal como se explica en la página del «Festival Internacional de Cine Tercer Milenio»- nació con el deseo de «fomentar el diálogo y la comunión entre los hombres de distintas razas, lenguas, religiones, creencias, estratos sociales y formas de pensar a través del cine, con total apertura y libertad, bajo la difusión y promoción de películas de todo el mundo, de calidad artística y con valores».
Por tal razón -y como dan a entender en su sitio web – buscan «proyectar películas que no se reduzcan a la banalidad del sexo, la violencia gratuita o el simple hastío de la vida, invirtiendo sus fuerzas para emprender una acción educadora, justamente a través de aquellas películas que presentan los signos de la calidad artística, de la conciencia humana y de la realidad interior».
Por Sonia Trujillo
Deje su Comentario