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Santo Domingo (Lunes, 07-12-2009, Gaudium Press) Luego de concluido el I Encuentro Internacional Familia y Vida, cuyo objetivo era de acercar a todas aquellas familias dominicanas interesadas en hacer un cambio por la educación e incentivar al uso correcto de los medios de comunicación, Gaudium Press entrevistó al padre Tomás Vladimir Pérez Candelario, quien nos habló de su experiencia como partícipe y organizador de este evento
¿Qué iniciativas han tomado después de este I Encuentro Internacional Familia y Vida?
La iniciativa inmediata es la formación de una entidad social dependiente de esta vicaria, que sirva de interlocutor válido con los medios de comunicación, para lograr que estos medios tomen en cuenta el desarrollo natural de la familia y por lo tanto respeten ese proceso y lo potencien.
Algunos de los panelistas ya se han acercado a nosotros para darle forma al proyecto, inspirado por la experiencia mexicana «A favor de lo mejor». Ese ha sido la bujía o la llama inspiradora aquí en República Dominicana. Como arquidiócesis pensamos aquí también tener una institución de esta naturaleza, que repita el tener presente la familia, en el mismo hecho noticioso, en el proceso de la comunicación y en los contenidos de las informaciones.
No pensé que las respuestas iban a ser tan inmediatas, todo el mundo dijo que sí, que había que hacerlo.
El Cardenal dijo en la clausura que seguirán en misión, que lo que se abre no se cierra. ¿Qué piensan hacer como iglesia para continuar con los proyectos familiares en República Dominicana?
Realmente la misión no ha concluido, lo que tenemos ahora por delante es un proceso de revisión y evaluación de lo que ha sido esta primera experiencia, a la que nos hemos aventurado gracias al impulso misionero de Aparecida y de toda la misión continental aquí en República Dominicana tal y cual lo ha diseñado el Instituto Nacional de Pastoral. Hay que seguir en misión, reforzar las comisiones zonales de la pastoral familiar, porque hemos visto cuantas debilidades tenemos a nivel de organización y hacer estos eventos no solo temporales sino que sea el trabajo permanente de la pastoral.
En fin, significa para nosotros seguir fortaleciendo el trabajo de las zonas y en las parroquias para que cuando volvamos otra vez, el próximo mes de noviembre 2010 a lanzar una Misión Familiar, contemos con unas estructuras más solidas, con una pastoral tanto parroquial como familiar que acoja, organice y lidere el proceso de evangelización de la familia.
¿Volverían a realizar un encuentro como éste?
El Cardenal nos dijo que esto hay que hacerlo todos los años. Yo pensaba que no volveríamos a realizarlo por la cantidad de trabajo, pero como les dije ya empezamos a planear el del año que viene. Tanto González Garza (México), González Gaitano (Roma), María Montero y Bárbara Nicolosi nos dieron pautas muy interesantes a seguir para que este proyecto que hemos iniciado no se detenga.
¿Qué buscan lograr con estas actividades?
Lo que buscamos es que las familias estén conscientes de que ellas son las protagonistas en el proceso de socialización, de evangelización, en la sociedad misma. La cultura post-moderna, el materialismo han querido relegar a la familia y estas a la vez se sienten vulnerables, frágiles y por ejemplo con el encuentro las familias han entendido que pueden incidir en el desarrollo adecuado de los medios, no lo sabían o si lo sabían no encontraban una familia que sintiera lo mismo y a la cual unir sus esfuerzos para lograr que los medios los tomaran en cuenta.
Lo que hemos pretendido con todas estas actividades es que la familia de la arquidiócesis de Santo Domingo entienda que son importantes, que la iglesia está trabajando por ellas y que ellas pueden ser las protagonistas del proceso de evangelización.
¿Considera usted que los valores familiares se han perdido? ¿Por qué?
No se han perdido, las familias tienen esos valores y sobre todo cuando se habla de valores, Benedicto XVI nos ha hecho reflexionar por medio de sus encíclicas que hay que resaltar la caridad, la fe y la esperanza. Esas virtudes están en crisis, las familias no saben cómo vivir la fe, como vivir la esperanza, como vivir la caridad, estos valores están malogrados.
Como vicaría queremos que esto vuelva y que sea el sello distintivo de la familia, no solo el factor económico y el buen posicionamiento social, ya que todo lo demás gira en torno a esas virtudes mencionadas anteriormente.
¿Qué otras actividades aparte de este encuentro, está haciendo Casa de la Familia para fomentar la armonía y unidad en los hogares dominicanos?
Reforzar los cursillos prematrimoniales, siempre es un tema que hay que revisar y al que hay que volver y sobre todo el trabajo de Casa de la Familia, que es la dependencia también de esta vicaria que da ayuda profesional, psicológica en áreas como la sexualidad, la salud mental, el trabajo social y así las familias tengan un lugar en caso de presentarse situaciones complicadas que amerita la intervención integral del hombre y de fe.
Gaudium Press/ María Isabel Contreras
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