Santiago (Miércoles, 09-12-2009, Gaudium Press) Con mucho fervor y alegría miles de fieles peregrinaron ayer al Santuario de la Inmaculada Concepción ubicado en la cima del cerro San Cristóbal para participar de la solemne eucaristía que se ofició al mediodía, en honor a la Virgen María.
«Han peregrinado a este santuario, sin duda, con mucho cariño hacia la Santísima Virgen y con mucha gratitud por tantos dones concedidos por intercesión de la Santísima Virgen María», expresó al inicio el cardenal Francisco Javier Errázuiriz quién presidió la misa central junto a otros obispos, presbíteros y seminaristas de la arquidiócesis.
En su homilía, el pastor de Santiago se refirió al texto de la anunciación señalando: «Dios había intervenido en la historia, había preparado el corazón de la Santísima Virgen lanzando fuera toda mancha del pecado original e inclinando su corazón siempre hacia el bien. Dios bueno había intervenido, tenía a la nueva Eva ante sí y le pedía que le dijera que sí a Jesucristo, a los designios de amor, de salvación y de felicidad de Dios».
Evangelio de Chile
En la oportunidad se puso fin al proyecto pastoral Evangelio de Chile con la transcripción de los últimos versículos del Apocalipsis por parte de algunos laicos y religiosos. El Evangelio de Chile es un regalo de la Iglesia al país en el marco del Bicentenario y de la Misión Continental, que contó con la participación de 8 mil personas que trascribieron versículos del Nuevo Testamento que finalmente se recopilarán en un gran libro que peregrinará por Chile.
Sobre el término de la iniciativa, el Cardenal manifestó «Nuestro gran regalo es que el Evangelio se haga vida en nosotros; que cuando un cristiano está en su casa, con su familia, en la escuela, en el trabajo, en la política, en las comunicaciones, que sea una página viva del Evangelio, que se note el amor de Cristo, la esperanza del Señor, la voluntad de servir a los hermanos porque nosotros queremos amar como Cristo nos ama.».
Un emotivo momento se vivió cuando el Cardenal Errázuiriz informó a los fieles que el Papa Benedicto XVI aceptó transcribir el primer versículo del Evangelio de San Marcos, haciéndose parte del Evangelio de Chile. «El Santo Padre aceptó escribir un versículo del Evangelio», exclamó el prelado entre los aplausos y aclamaciones de los fieles.
Por Igor Roco
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