Bogotá (Lunes, 14-12-09, Gaudium Press) La comunicación siempre ha permeado todas las esferas sociales; a través de ella se generan múltiples mecanismos de socialización, construcción del tejido social, interacción y reconocimiento del otro como persona.
«En nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe no pueden prescindir de estos medios», los cuales «puestos al servicio del evangelio ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de audición de la palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas», explica el Documento de Aparecida.
Así, y en busca de usar los medios de comunicación y las diversas expresiones de la cultura, como medios de evangelización y formación, la Arquidiócesis de Bogotá en meses anteriores abrió la Escuela de Ministros de la Cultura y la Comunicación, la cual graduó el pasado 3 de diciembre a sus primeros miembros.
«Luego de un año de formación con respaldo universitario, los fieles y las religiosas presentados por sus respectivas comunidades, recibieron el envío como Ministros de Cultura y Comunicación en un acto formal realizado en la Capilla del Sagrario de la Catedral Primada de Bogotá», informó la oficina de prensa de la Arquidiócesis.
La Ceremonia fue presidida por monseñor Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo de Bogotá y Cardenal Primado de Colombia.
Comunicación con técnicas de la cultura urbana
«El Delegado de Cultura, el padre Alfonso Rincón, declaró a la prensa la importancia de rescatar la cultura como un ingrediente fundamental de los procesos evangelizadores de la Iglesia. Mientras que el padre Víctor Ricardo Moreno, Delegado de Comunicación, ha señalado que la Misión Continental necesita estrategias de comunicación, con el uso de los leguajes y las técnicas propias de la cultura urbana», agregó la oficina de prensa.
Religiosas, sacerdotes y en su mayoría laicos, conforman hoy esta nueva figura pastoral, de quienes el padre Víctor Ricardo Moreno Holguín, Delegado Arquidiocesano de Comunicación, con ocasión del primer retiro espiritual de este grupo, y hablando del perfil que deben poseer los actuales ministros, destacó: «Es una persona creyente que ha tenido una profunda experiencia de comunicación con Dios y con los hermanos en la fe. Es un Discípulo que conoce en su vida personal a Jesucristo como el perfecto Comunicador, y es un misionero entre su realidad eclesial y la ciudad, mediante el rescate y la promoción de la cultural y el uso de la comunicación y sus instrumentos.
Gaudium Press / Nathali J. Rátiva M.
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