Ciudad del Vaticano (Miércoles, 16-12-2009, Gaudium Press) El pasado 12 de diciembre, fecha en que se celebró la fiesta de nuestra Señora de Guadalupe, Monseñor Claudio María Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, envió un mensaje a todos los latinoamericanos, a los peregrinos que visitan -por esta fecha- el santuario de la Patrona de América, y a los comunicadores.
Haciendo referencia a la festividad de la Guadalupana, Mons. Celli señaló que esta fiesta «nos manifiesta de un modo evidente cómo Dios se comunica por amor, adaptándose a las culturas de los diversos pueblos», y que esta comunicación «es un acto que surge del amor».
En su mensaje también habló de los niños y jóvenes de América Latina, expresando que «cualquiera que sea su situación social y económica, se trata de personas concretas, cada una de ellas irrepetible y única», porque precisamente «son fruto de los adultos que los engendraron, hijos e hijas que merecen ser acogidos y amados para que crezcan y desarrollen sus capacidades, se cumpla el plan de Dios sobre ellos y puedan trabajar por el bien común».
En cuanto a los jóvenes, también recordó que ellos «viven en el contexto de una sociedad mediática, llena de mensajes dispersos», y que -como actores principales de lo que se conoce como «continente digital»- están convocados «a ser mensajeros del Evangelio entre sus coetáneos», citando un llamado que hizo anteriormente el Papa Benedicto XVI. Asimismo, Mons. Celli dijo que es necesario hacer «un decidido acercamiento entre las generaciones con el ejercicio de la comunicación» para establecer puentes entre mundos que, en ocasiones, parecen distantes.
Dirigiéndose a los comunicadores les planteó varios cuestionamientos: «¿Sabremos acercarnos a los pequeños nuevos interlocutores sociales para comprenderlos, con el tacto y la sabiduría con la que Nuestra Señora de Guadalupe se dirigió a San Juan Diego?, ¿Seremos capaces de despojarnos de prejuicios y entrar en sus categorías y lenguajes?». Al respecto, agregó que es necesario no dejar a los jóvenes solos con la tecnología, y que es importante compartir con ellos para así «promover juntos una cultura digital de respeto, diálogo y amistad».
Mons. Celli finalizó su mensaje invocando a la Madre de Jesús: «Que nuestra Señora de Guadalupe nos siga acompañando como Maestra en el arte de la comunicación y la evangelización en una nueva cultura a la que aportamos nuestro único tesoro: el Hijo de Dios hecho hombre, Jesucristo».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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