Buenos Aires (Viernes, 18-12-2009, Gaudium Press) Uno de los símbolos más significativos de la Navidad es el pesebre. En torno a éste se reúnen comunidades, familias, amigos y millones de personas en el mundo entero que en su contemplación esperan con gran fe y devoción el nacimiento del Niño Dios, muchas de ellas rezando la tradicional «Novena de Navidad».
Según el papa Benedicto XVI, «el belén (pesebre) puede ayudarnos a comprender el secreto de la verdadera Navidad, porque habla de la humildad y de la bondad misericordiosa de Cristo, el cual «siendo rico, se hizo pobre» (2 Co 8, 9) por nosotros (…) construir el belén en casa puede ser un modo sencillo, pero eficaz, de presentar la fe para transmitirla a los hijos». (Ángelus, diciembre de 2005).
En el mismo sentido, hoy en audiencia con la delegación de Valonia – Bélgica, que llego a Roma para ofrecer el árbol de Navidad de la plaza de San Pedro, el Santo Padre manifestó que «la suerte de este abeto es parecida a la nuestra, nosotros aquí estamos llamados a llevar buenos frutos para manifestar que el mundo ha sido verdaderamente visitado y redimido por el Señor. Aderezado al lado del nacimiento, este abeto representa, a su manera, la presencia del gran misterio presente en el lugar simple y pobre de Belén», según informa Radio Vaticano.
Precisamente con el propósito de resaltar la presencia de estos dos símbolos navideños, monseñor Eduardo García, obispo auxiliar de Buenos Aires, bendijo en la tarde de ayer los pesebres y árboles navideños presentes en los espacios públicos y privados de la ciudad, en el marco de la «Misión Navideña» que bajo el lema «Dios: se hace ternura», adelanta la Arquidiócesis de Buenos Aires
» ‘Que la luz que irradian estos árboles nos sirva de guía para caminar hacia un mundo mejor, un mundo más justo y solidario, donde cada hogar pueda ser un Belén donde podamos vivir como hermanos’, dijo el prelado al esparcir el agua bendita sobre los nacimientos en Plaza Lavalle», publica la agencia AICA.
Los pesebres fueron armados en seis plazas porteñas entre ellas la Plaza Lavalle -lugar desde donde se impartió la bendición-, la Plaza Colombia, de Barracas y la Plaza Arenales, de Villa Devoto, entre otras.
Los pesebres participaron también de un concurso, en el cual el Gobierno porteño entrego un premio por 2.000 pesos argentinos al pesebre más creativo. El ganador fue «el belén colocado en Barrancas de Belgrano, realizado en alambre y media sombra blanca y celeste».
Finalmente se espera que para el Bicentenario del país «haya 100 pesebres, en 100 plazas», esto como un común acuerdo entre los funcionarios y representantes eclesiásticos, agregó la agencia AICA.
Gaudium Press / Nathali J. Rátiva M.
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