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Washington (Miércoles, 23-12-2009, Gaudium Press) En una carta firmada ayer, tres obispos representantes de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) -cardenal Daniel DiNardo, Arzobispo de la Arquidiócesis de Galveston, Houston, y Presidente de la Comisión de Actividades Pro-Vida, Monseñor William F. Murphy, Presidente de la Comisión de Justicia Interna y Desarrollo Humano, y Monseñor John Wester, Presidente de la Comisión de Migración- hicieron un llamado al Senado de los Estados Unidos a no aprobar el proyecto de reforma de la salud que está en curso, sin antes realizar «cambios esenciales» en temas relacionados con la vida, la dignidad humana y la conciencia.
«Los obispos católicos de los Estados Unidos han apoyado durante mucho tiempo una atención sanitaria adecuada y accesible para todos, e insiste que la asistencia sanitaria siempre debe reflejar estos principios fundamentales, los cuales son una prioridad nacional, un bien público, una moral imprescindible y urgente», manifestaron los obispos al comienzo del documento.
Asimismo, recordando el contenido de una carta que entregaron al Senado hace un mes, le pidieron a este organismo «actuar como la Cámara está actuando hoy en los siguientes aspectos: mantener en vigor la ley federal actual sobre la financiación del aborto y la protección de conciencia sobre el aborto, proteger el acceso a la atención de la salud que los inmigrantes tienen actualmente, eliminando barreras de acceso e incluyendo disposiciones importantes para la adecuada accesibilidad y la cobertura de las normas».
En relación con el tema, señalaron que lamentablemente la propuesta legislativa está avanzando hacia su aprobación definitiva en el Senado «sin cumplir con estos criterios morales», y violando concretamente «la política federal de larga data contra el uso de fondos federales para abortos voluntarios y planes de salud que incluyen los abortos». También manifestaron creer que ante «la legislación que no cumpla con esta política y los antecedentes de la reforma de la salud (…) hay que oponerse hasta que se resuelva».
Sobre el proyecto de ley de salud aprobado por la Cámara de Representantes, dijeron que éste apoya «la política federal contra la financiación estatal de abortos voluntarios» y «garantiza que, cuando se trata de fondos federales, las personas no estén obligadas a pagar por los abortos de otros». «El proyecto del Senado no mantiene este compromiso», y no incluye «ningún tipo de protección que permita la conciencia católica para que se preste y se adquiera la cobertura de la salud en conformidad con sus convicciones morales y religiosas», agregaron.
Los obispos finalizaron su documento señalando que -independientemente del resultado del proyecto que adelanta el Senado de los Estados Unidos- van a trabajar fuertemente para «incorporar en la legislación final nuestras prioridades en la defensa de los derechos de conciencia» y mantener las prohibiciones actuales sobre la financiación del aborto. «Esperamos y rezamos que el Congreso y el país se reunirán en torno a una reforma auténtica», concluyeron.
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