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Iquique (Jueves, 07-01-2010, Gaudium Press) Más de seis mil fieles peregrinos se congregaron el miércoles 6 en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen de la Tirana, ubicado al interior de la región de Tarapacá en el norte de Chile, para ser partícipes de la Fiesta de la Epifanía del Señor.
Desde distintos lugares de la región fueron llegando los pastorcitos, bailarines, reyes magos, laicos, religiosos y sacerdotes; quienes encabezados por el Obispo de la Diócesis de Iquique, monseñor Marco Antonio Órdenes, se postraron ante el pesebre para contemplar al Niño Dios nacido en Belén.
«Este es nuestro Salvador, nuestro Redentor, y hoy venimos como los Reyes Magos a recibirlo para decirle con gozo en el corazón, que Él es nuestra esperanza, y a agradecerle con nuestro baile, cantos y los colores», exclamó al inicio el pastor de Iquique.
La colorida jornada comenzó la noche del martes con la celebración de la Misa de Vísperas, para luego dar paso a la entrada simbólica de la imagen del Niño Jesús al Santuario. Golpeando con una estrella las puertas del Templo, monseñor Órdenes ingresó junto a los fieles al Niño, que fue depositado en los brazos de su Madre junto a la bandera nacional.
La entrada al Santuario marcó el inició de la adoración dirigida por una decena grupos de bailes religiosos, quienes uno por uno fueron rindiéndole homenaje al Redentor del mundo al ritmo de sus cantos, trompetas y tambores. El fervor popular se hizo sentir con fuerza durante toda la celebración en la que abundaron los cantos, las súplicas, los agradecimientos y los coloridos bailes de fieles que demuestran su fe y confianza en Dios de un modo particular.
Misa de Vísperas
Durante su homilía, monseñor Órdenes reflexionó en torno a lo que encontraron los magos de oriente en el pesebre y qué significó para ellos esta experiencia. «El Evangelio dice que encontraron al Niño recostado en un pesebre, envuelto en pañales junto a su madre. Este es el signo que encontraron y en el descubrieron y experimentaron una profunda alegría, que les hizo que en el camino de retorno pudieran experimentar una onda paz, porque qué es lo que se encuentra en el pesebre de Belén, qué es lo que encontramos nosotros después de dos mil años en este pesebre, seguimos encontrando a Jesucristo, Él se coloca aquí para nosotros», señaló.
Asimismo agregó: «El ángel invita a los fieles a ir a Belén, porque en este signo encontrarán la paz, encontraran la alegría. En este signo encontraran su esperanza, su consuelo porque en este signo, un niño recostado en un pesebre, está nuestra paz. Vengamos con las noches de nuestra vida a contemplar lo que en la noche se nos está diciendo, en medio de nuestros dolores y preocupaciones: contempla, encuéntrate con Jesucristo porque sólo en él tendrás vida de verdad».
Chile, una patria gobernada por Dios
En la Misa de mediodía del miércoles, el pastor de Iquique invitó a los fieles a hacer de Chile una patria gobernada por Dios y no por las ansias de poder. «En un país con Dios, no hay corrupción, no hay sed de poder, ni mentiras ni engaños, sino esperanza, fraternidad y alegría porque se busca el bien de todos y no lo intereses personales de algunos. Señor, que Chile sea un pesebre para ti, que sea una patria llena de tu presencia, en los actos de nuestras autoridades», expresó.
Una vez finalizada la Eucaristía, se dio inicio a la tradicional procesión del Niño Dios, quién en los brazos del obispo fue venerado por los fieles al son del canto del «arru rru».
Gaudium Press / Igor Roco
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