Puerto Príncipe (Jueves, 14-01-2010, Gaudium Press) Cuando eran las 21:53, hora local de Haití, la hermana Pilar Ochoa, religiosa colombiana de las Hermanas Dominicas de la Presentación, se encontraba en misa, cerca al convento que la comunidad tiene en Puerto Príncipe -capital de Haití-, cuando un fuerte terremoto, de 7.3 grados, devastó la ciudad. Milagrosamente, y pese a que fue golpeada con un ladrillo, debido al fuerte remesón que provocó que la iglesia se derrumbara, la Hermana Ochoa está fuera de peligro.
Así como la Hermana Ochoa, varias religiosas colombianas, que se encuentran en Haití por diferentes razones, entre ellas la participación en un encuentro mundial de la comunidad de la Presentación, se salvaron de milagro y ahora están ayudando a los organismos de socorro a rescatar y atender heridos. Ese es el caso de la hermana Inés González, también Dominica de la Presentación, quien minutos antes del fuerte sismo salió del convento -que su comunidad tiene en la capital de Haití,que también se vino al suelo- rumbo a La Plaine, población ubicada a una hora de Puerto Príncipe, donde las religiosas tienen otro convento y un centro de salud.
«Puerto Príncipe está totalmente afectado, otras regiones del país también, pero no tanto. La ciudad de Puerto Príncipe está sin agua, sin luz, sin comunicación (…) las hermanas que están en Haití, todas se desplazaron para Puerto Príncipe para ayudar a rescatar heridos», señaló la hermana Ruth Helena Correa -Superiora Provincial de las Dominicas de la Presentación en Medellín, Colombia- en una entrevista que concedió a El Tiempo. La Hermana Ochoa logró comunicarse con la Superiora en Colombia a las 8 de la mañana de ayer desde una base militar, para informar que ella y otras religiosas de su comunidad se encontraban sanas y a salvo.
Luz de esperanza en medio de la tragedia
La labor de las religiosas se convierte en una luz de esperanza para quienes lo han perdido todo y aún siguen buscando a sus familiares y seres queridos entre los escombros, más aún cuando los medios de rescate son escasos. «Ellas están tratando de ayudar a rescatar heridos (…) toda la noche se la han pasado tratando de ayudar (…), a mirar porque allá no hay muchos medios para rescate», agregó la Hermana Correa.
Las religiosas Dominicas de la Presentación, a cuya cabeza la Superiora Provincial -Hermana Correa- están haciendo un llamado a los colombianos para que se unan en oración por el pueblo de Haití: «Llamaría a las personas a que se unan en oración y en solidaridad efectiva, los que puedan, para ayudar a este pueblo que es el más pobre de América Latina», exhortó la hermana a través del Noticiero RCN.
Otras de las religiosas colombianas que se salvaron de la tragedia, fueron 4 hermanas de la Congregación de Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena -conocidas como Misioneras de la Madre Laura-, quienes llevan alrededor de 10 años en Haití desarrollando misión en el campo de la salud. Las hermanas también están apoyando las labores de socorro en el país del Caribe.
Lo que está haciendo la Iglesia católica
Ayer, un día después del terremoto y en su Audiencia General, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a la movilización asistiendo material y espiritualmente a los afectados por la tragedia. El Pontificio Consejo Cor Unum, en un comunicado de prensa que fue publicado hoy por el vaticano, dijo que, al igual que otras tragedias, los católicos están ayudando con el suministro de materiales a varias agencias católicas de ayuda, y están enviando mano de obra, la cual es «especialmente urgente».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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