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Mons. Stika recordó la antigua broma sobre la diferencia entre un liturgista y un terrorista, y es que con el terrorista se puede negociar.
Redacción (23/03/2021 19:44, Gaudium Press) Mons. Richard Stika, de Knoxville, EE.UU., expresó su tristeza cuando supo de las restricciones a las misas individuales en la Basílica de San Pedro, que entraron en vigor el pasado 22.
“Me entristece leer acerca de las restricciones ahora vigentes en la Basílica de San Pedro. Guardo como un tesoro todas las veces que pude celebrar la Misa en el lugar venerado … llevar a la Misa a los peregrinos de mi diócesis y, en el pasado, mis feligreses en St. Louis fueron ocasiones muy especiales. Espero que esto se revierta”, tuiteó el prelado el mismo 22.
Recordaba su singular aprecio por las misas celebradas en las tumbas de San Juan XXIII y San Juan Pablo II, y también aquellas en la capilla Clementina, que se encuentra directamente arriba de la tumba del Apóstol Pedro.
Un apunte jocoso
Tuvo tiempo incluso el Obispo de hacer un apunte jocoso.
Cuando leyó “las razones para los límites de celebrar misa en la Basílica de San Pedro”, que es fundamentalmente según la nota de la Secretaría de Estado, para que las misas “se desarrollen en un clima de recogimiento y decencia litúrgica”, recordó una broma antigua acerca de la diferencia entre un liturgista y un terrorista, y es que con el terrorista se puede negociar.
Con las nuevas disposiciones, un sacerdote u obispo que haya marcado para celebrar, le será permitido en las grutas bajo la Iglesia. También podrá concelebrar en las misas habituales de la Basílica. La celebración del rito extraordinario estará limitada a la capilla Clementina en horarios específicos.
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