Ciudad de México (Lunes, 18-01-2010, Gaudium Press) «Al igual que en los sismos sacudieron a México en 1985, la solidaridad internacional se hace presente ahora con nuestros hermanos y hermanas de Haití (…) recordemos que, sacando recursos de su pobreza, el pueblo haitiano ayudó a México en 1985, enviando especialistas médicos que coordinaron los trabajos, para evitar epidemias por la contaminación de aguas que sufrió el Distrito Federal. Ahora nos toca a nosotros demostrar nuestro agradecimiento y comunión cristiana con este pueblo hermano que, sabemos, es el más pobre del continente americano», dice el video que Cáritas mexicana está promoviendo para invitar a los mexicanos a ser solidarios con Haití.
Una vez se dio a conocer la noticia del devastador terremoto, que el pasado 12 de enero devastó a la ciudad de Puerto Príncipe, en Haití, la solidaridad de los mexicanos se hizo escuchar, particularmente de la Iglesia. En un boletín de prensa, que fue dado a conocer por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los Obispos de México manifestaron su solidaridad: «nos solidarizamos con nuestros hermanos del Episcopado de Haití ante el dolor y la tragedia (…) Confiamos en la ayuda que viene de lo Alto y en la respuesta de las naciones».
Por tal razón, y conociendo lo que es vivir en carne propia la tragedia de una catástrofe natural de éstas proporciones -México vivió la solidaridad de la comunidad internacional en el terremoto de la década de los 80-, la Iglesia católica de México, por medio de Cáritas mexicana, y con el lema «Hermanos y hermanas de Haití, no están solos… ¡Vamos Juntos!», inició una campaña de solidaridad activa para que los mexicanos de buena voluntad «eleven sus plegarias por esta nación hermana» y colaboren con «generosidad y disposición en apoyo de nuestros hermanos haitianos», dijeron los obispos.
En otro comunicado, los obispos de México señalaron: «Es la hora para que la Iglesia de México se haga presente, y ayude materialmente a estos hermanos, y que seamos, particularmente nosotros los Obispos, los promotores de las acciones que hagan efectivo este llamado».
Presencia de la Iglesia mexicana en Haití
Desde el primer momento de la emergencia, la Iglesia mexicana se hizo presente por medio del Padre Antonio Sandoval, sacerdote mexicano de la diócesis de Cuernavaca y Coordinador de Cáritas para América Latina y el Caribe, quien viajó para Haití con el propósito de canalizar la ayuda que la Iglesia Universal está enviando a Puerto Príncipe.
En una crónica, que fue escrita por el sacerdote y publicada por Cáritas mexicana, el Padre Sandoval señaló: «Junto al dolor (…) existen muchos gestos de solidaridad. Las religiosas de la Madre teresa, improvisaron un pequeño hospitalito en una casa que tienen en una zona marginada de la ciudad», «las religiosas mexicanas, y los médicos que han atendido en el hospital son un ejemplo de entrega incansable».
También dijo que «Haití parece ser llevado adelante por una mano que le impide desmoronarse», y que, pese a las dificultades, si «Dios está entre nosotros, la adversidad puede ser vencida».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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