Acapulco (Miércoles, 20-01-2010, Gaudium Press) Uno de los dramas sociales que vienen tras una catástrofe natural, como la que vivió Haití hace una semana, es el elevado número de niños abandonados o huérfanos que deambulan por las calles; según afirma la ONU, se calcula que alrededor de 2000 niños han quedado abandonados o heridos tras el terremoto en Puerto Príncipe.
Consciente de esta problemática, la Iglesia Católica está haciendo un llamado para permitir que los niños que en Haití han quedado sin hogar o sin padres, tengan la oportunidad de una vida mejor. Así lo dio a entender el Arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, y Presidente de Cáritas Internacional, Cardenal Andrés Rodríguez Maradiaga, quien -al inaugurar el Primer Congreso Nacional de Sacerdotes «Fidelidad y Fraternidad Sacerdotal», que se está llevando a cabo en Acapulco, México- señaló: «Hay tantos niños que quedarán huérfanos (…) deberemos movernos para que también esos niños puedan encontrar un futuro, y sé que hay personas que quisieran hacerlo», según se expone en un comunicado publicado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Mons. Rodríguez Maradiaga también dijo que, si resulta esta propuesta, será necesario vigilar cuidadosamente los mecanismos en los cuales se llevarían a cabo las adopciones, puesto que muchas veces se «entran en negocios turbios» que impiden que los menores reciban una adecuada protección. Al respecto, según informa la agencia de noticias AP, la ONU anunció el envío de una misión que protegerá a los niños -principalmente los huérfanos- del tráfico, del abuso sexual y del secuestro.
Asimismo, debido a que varios seminarios e iglesias quedaron destruidos -y cuya reconstrucción requerirá de tiempo-, lanzó una propuesta para que cada país de América Latina adopte por diócesis a uno o dos seminaristas haitianos, y así ellos puedan continuar con su formación. «Deberíamos pensar de qué manera se podría organizar una especie de hermandad donde se pudiese ayudar a reconstruir templos y seminarios; no sabemos cuántos seminaristas quedarán vivos, pero a lo mejor no se va a poder que sigan ahí», agregó Mons. Rodríguez Maradiaga.
Finalizó su propuesta invitando a los pueblos latinoamericanos a expresar la hermandad: «El futuro es amplísimo para la caridad y las iniciativas, pero yo creo que es también un momento especial en que podamos mostrar lo que significa la hermandad entre los pueblos».
Arquidiócesis de Miami inicia plan «Peter Pan» para acoger temporalmente a niños huérfanos de Haití
La Arquidiócesis de Miami, dirigida por monseñor John Favalora, anunció que iniciará un programa similar al que se realizó en 1960 donde se acogió alrededor de 14.000 niños cubanos, para alejarlos del régimen comunista y ofrecerles una mejor calidad de vida.
La iniciativa que se hará con los huérfanos de Haití, la cual ha sido llamada operación o plan «Pierre Pan», no será un éxodo masivo de niños, como fue en 1960, sino un traslado «mesurado, secuencial y como una alternativa temporal, para ayudar a los niños que están en esta situación», lo dio a entender el diácono Richard Turcotte, de Catholic Charities, en una entrevista con el servicio de noticias católicas de Estados Unidos Cath News.
Ayer 53 niños haitianos, quienes estaban en proceso de adopción antes del terremoto y vivían en un orfanato de de Puerto Príncipe, que quedó totalmente destruido, llegaron al aeropuerto de Pittsburgh, en Pensilvania, Estados Unidos. Sus familias adoptivas esperan que se agilice su proceso de adopción.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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