viernes, 22 de noviembre de 2024
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En artículo semanal, arzobispo de Maringá, Brasil, trata de los cambios del Programa Nacional de Derechos Humanos

Maringá (Miércoles, 20-01-2010, Gaudium Press) El Arzobispo de Maringá en Paraná, Brasil, Mons. Anuar Battisti, abordó en su artículo semanal, el «retiro de símbolos religiosos de los lugares públicos», la «despenalización del aborto» y la «legalización del casamiento entre homosexuales». Conforme un texto enviado por la asesoría de comunicaciones de la Arquidiócesis, Mons. Anuar recordó el decreto publicado en diciembre de 2009 por el presidente Luís Inácio Lula da Silva sobre el Programa Nacional de Derechos Humanos (PNDH-3) que prevé éstos y otros cambios.

En relación con el retiro de los símbolos religiosos, Mons. Anuar resaltó que esta medida no hiere los derechos humanos, pero sí la libertad religiosa de un país que nació bajo la señal de la cruz, y observó que Brasil fue llamado, en primer lugar, «Tierra de Santa Cruz».

«El símbolo será siempre símbolo: los que creen, respetan. Los que no creen, no es necesario que se incomoden. Si esta moda pega, corremos el riesgo de ver al Cristo Redentor -señal visible del Salvador y marca registrada de la ciudad de Río de Janeiro, monumento patrimonio de la humanidad-, demolido», agregó.

Según Mons. Anuar, otra medida con la cual no podemos concordar es la despenalización del aborto, que el presidente Lula ya estuvo de acuerdo en retirar del programa, en función de la presión que sufrió por parte de la Iglesia Católica.

«Queremos y defendemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural. La vida es sagrada, como es sagrada la Palabra de Dios, la Biblia», resaltó.

El prelado destacó, también, otra propuesta del Programa que habla sobre la legalización del matrimonio entre homosexuales. «No condenamos a los homosexuales. Los respetamos y acogemos como personas humanas que necesitan alcanzar la perfección como cualquier otro ser humano, pero la legalización no puede ocurrir, pues significaría «institucionalizar el pecado, dejando de lado toda y cualquier norma del evangelio», señaló.

«Condenamos el pecado, pero amamos al pecador. Si seguimos ese camino, no existirá más ningún referencial para la educación y la formación de la consciencia. Los valores de la ética y la moral nunca podrán ceder a los caprichos del ser humano», dijo el Arzobispo.

Otro punto de discordancia presentado por Mons. Anuar, es ofrecer a los homosexuales el derecho de adopción. Para el prelado, lo importante sería «facilitar» el derecho de las parejas que no pueden tener hijos, o aún teniendo sus hijos, y quieran adoptar otros niños, sin pasar por la enorme burocracia que existe en los casos de adopción.

«Ciertas prácticas no pueden ser el único criterio para legitimar los cambios. ¿Será que no vamos llegar a legalizar la corrupción, la droga y otras prácticas tan comunes en el mundo de hoy?», concluyó.

 

 

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