Washington (Jueves, 21-01-2010, Gaudium Press) Señalando que «es evidente que Haití merece la designación inmediata de Estatus de Protección Temporal (TPS) -por sus siglas en inglés- después de sufrir el devastador terremoto (…), uno de los peores de la Historia de Haití», el Arzobispo de Chicago y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Francis George, le solicitó al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, otorgarle a los haitianos el TPS por un periodo de 18 meses.
La petición la hizo por medio de una carta, que fue enviada al propio Presidente Obama el pasado 15 de enero. En ella el Cardenal George, también señaló: «En este sentido, es importante que los haitianos en los Estados Unidos se les permita recibir el estatus legal y obtengan la autorización para trabajar, tal como ocurre cuando se designa el TPS».
De otorgarse este estatus, continua el Cardenal, «los haitianos estarían en mejores condiciones para ayudar a sus familias en Haití a través de las remesas y al trabajar juntos como una comunidad, y reunir así otros recursos para su devastado país».
Tomando unos datos del Banco Interamericano de Desarrollo, Mons. George comentó que en el 2007 los haitianos que vivían en el extranjero enviaron a su país cerca de 1.83 mil millones de dólares, lo que equivalía, en su momento, al 35% del producto interno bruto de Haití. «Es fundamental que esta sangre vital de la economía haitiana pueda ser sostenida, especialmente en este momento crítico», agregó el purpurado en su carta.
Una situación de extrema necesidad
Igualmente le recordó a Obama, que los que sobrevivieron el terremoto, están en una situación de extrema necesidad y requieren una urgente asistencia. «Catholic Relief Services, la agencia de los Obispos de Estados Unidos que ofrece asistencia humanitaria en el extranjero, ha informado que el terremoto destruyó innumerables casas, iglesias, seminarios, escuelas y otros edificios que dejan a millones sin las necesidades básicas», añadió Mons. George.
Asimismo, le manifestó al Presidente estadounidense su interés en que la Iglesia Católica de su país pueda trabajar por el futuro de Haití, de la mano de su Administración: «A largo plazo, esperamos trabajar con su Administración en otros temas que afectan el futuro de Haití, incluida la mitigación de la pobreza y algunas preferencias comerciales».
De esta manera, continuó el purpurado, si se logra un trabajo conjunto se «aumentará la capacidad del pueblo de Haití para responder a desastres en el futuro, reduciendo al mínimo su destrucción».
Cuando se le designa a un país el TPS se le permite a los nacionales de un país extranjero, que viven en territorio norteamericano, residir y trabajar en Estados Unidos de forma legal por determinado periodo de tiempo. Normalmente este estatus se les otorga a aquellos países que pasan por situaciones difíciles extremas, como desastres naturales, conflictos armados, disturbios políticos o extrema pobreza, entre otros.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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