Caracas (Lunes, 25-01-2010, Gaudium Press) Ante la incesante ola de violencia e inseguridad que azota a la población venezolana y queriendo enviar también, un mensaje de paz, los Obispos y Arzobispos venezolanos publican la Carta Pastoral sobre la Problemática de la Violencia y la Inseguridad.
En el documento, los prelados hacen una importante reflexión y un llamado a decir «No» frente a los actos violentos físicos y psicológicos presentes en las calles y hogares.
«Cada día se incrementa dramáticamente el índice de homicidios, que coloca a Venezuela entre los países del mundo con mayor número de muertes por asesinato. Hoy se asesina hasta por cuestiones banales: para robar cualquier objeto; se asesina por venganza o por encargo, a través del oscuro mundo del sicariato; se asesina bajo los efectos del alcohol o las drogas; igualmente ha habido asesinatos por cuestiones políticas (…).Esta violencia criminal se nos está haciendo cada vez más cercana», manifiesta la carta.
Una violencia que no hace distinción de raza o condición afecta a diario a mujeres, niños, ancianos y hombres que sufren las consecuencias de dicha situación. Violencia e inseguridad en las cárceles, en las fronteras de los Estados de Táchira, Zulia y Apure, en la esfera política como consecuencia de la intolerancia y en el reciente conflicto y ruptura de las relaciones con Colombia, recuerda la carta, son algunos de los casos frente a los que reflexionan los Obispos.
«Como creyentes debemos decir un rotundo no a la violencia. Los venezolanos no podemos acostumbrarnos a ella, puesto que es generadora de tristeza y desgracia para la familia y la sociedad. Se sabe dónde comienza, pero nunca se sabe dónde ni cuándo termina. Ella no tiene distinción de ninguna especie; toda la población puede ser víctima en distintas circunstancias», expresaron los prelados.
Frente a esto, la Iglesia venezolana expresa que «Jesucristo es nuestra paz (…). La paz que Dios Padre nos ofrece en su Hijo es comunión, fraternidad, solidaridad, perdón, redención y reconciliación, y así lo comunicó Él mismo a sus apóstoles., después de resucitar».
«Queremos convertirnos en una Iglesia llena de ímpetu y audacia evangelizadora. Para ello hemos de seguir a Jesucristo en medio de los sufrimientos y las victimas que esta sociedad violenta está produciendo, especialmente entre los más pobres y débiles, para ofrecerles la esperanza de su Evangelio y la fuerza del Espíritu, para trabajar por la vida plena que Dios Padre quiere para sus hijos», agregaron.
De este modo, la Iglesia de ese país propone acciones concretas encaminadas a «la defensa y promoción de la dignidad humana», entre estas vale la pena resaltar el anuncio del reino de Dios, la denuncia frente a los actos violentos, el fortalecimiento la Educación Religiosa Escolar, el trabajo en proyectos que atiendan a los niños, la juventud, las madres y las familias, entre otros.
«Invitamos a todos los venezolanos, sin distinción de credo o ideología política, para que se incorporen a esta campaña, de esta manera, contribuyamos a la construcción de una sociedad más justa y pacífica, que permita a cada hombre y mujer vivir en libertad y armonía con sus semejantes, siendo conscientes que nuestra patria la debemos construir entre todos. Ponemos bajo el amparo de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de nuestro país, todo el trabajo que se realice a favor de la construcción de la paz y la convivencia ciudadana», concluye la Carta Pastoral.
Gaudium Press / Nathali J. Rátiva M.
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