Puerto Príncipe (Lunes, 01-02-2010, Gaudium Press) El Nuncio Apostólico en Haití, Mons. Bernardito Auza, al recordar la situación en el país caribeño, devastado por el terremoto del 12 de enero, afirmó su temor en que el mundo se olvide nuevamente del país después que los «reflectores se apaguen», y dijo que coordinar los auxilios en el escenario complejo y dramático, es un desafío comprometedor y difícil, informa la Radio Vaticana y la Agencia Sir.
Para Mons. Auza, día a día la situación en Haití debe mejorar, pero el escenario complejo y dramático que existe en el país revela un desafío comprometedor. «Coordinar los auxilios en un escenario complejo y dramático, como el de Haití es un desafío comprometedor y difícil, pero alimentado por la seguridad de que la situación mejora día a día», afirmó.
El Nuncio resaltó el papel de Cáritas como un punto de referencia «fuerte e innegable» para el auxilio de las víctimas, y señaló que, esta semana, las ayudas deben llegar a 200 mil personas.
El prelado también hizo un apelo en pro de la reconstrucción de la Catedral de Puerto Príncipe, de iglesias, casas parroquiales, seminarios, escuelas y casas de formación, y dijo no esconder su temor que el mundo se olvide de Haití cuando los reflectores se apaguen.
«La esperanza es que la asistencia internacional sea a largo plazo y solamente una estrategia de reconstrucción semejante al Plan Marshall podrá hacer que Haití salga del subdesarrollo, y evite que el país se torne aún más pobre que antes», concluyó.
Según los últimos números divulgados, ya fueron contabilizados 170 mil víctimas y más de 800 mil sin hogar. El presidente del país, René Preval, anunció en los últimos días que la capital será reconstruida en otra región del país.
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