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Washington (Lunes, 01-02-2010, Gaudium Press) Nuevamente los Obispos de los Estados Unidos hicieron un llamado al Congreso de su país para que sigan trabajando en la reforma de la salud, favoreciendo el acceso a todas las personas, protegiendo la vida en todas sus etapas y el derecho de conciencia. La invitación la hicieron el pasado 26 de enero, en una carta firmada por el Cardenal Daniel DiNardo, Presidente de la Comisión de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Mons. William F. Murphy, Presidente de la Comisión de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB, y Mons. John Wester, Presidente de la Comisión de Migración de la USCCB.
«En nombre de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos, instamos firmemente a los miembros del Congreso para reunirse y volver a comprometerse en la promulgación de una verdadera reforma de la salud que proteja la vida, la dignidad, la conciencia y la salud para todos», señalaron los obispos al comenzar su documento.
También dijeron que, pese a que el contexto político haya cambiado, no es momento de abandonar esa tarea, más si de dejar a un lado las divisiones bipartidistas y las presiones de intereses particulares, para, de esta manera, encontrar una auténtica reforma de la salud. «Exhortamos al Congreso a trabajar de manera bipartidista y proporcionar valentía política, visión y liderazgo. Debemos seguir trabajando hacia una solución que proteja la vida de todos y respete su dignidad», agregaron.
Asimismo, les recordaron que los Obispos Católicos por mucho tiempo han apoyado una adecuada y accesible atención a la salud para todos ya que, «la salud es un derecho humano básico». Y que una legislación sobre la salud debe respetar la conciencia de quien la provee y de sus contribuyentes.
Del mismo modo, resaltaron que, independientemente cual sea el proceso legislativo que se lleve a cabo, la USCCB, seguirá pidiéndoles, tanto a la Cámara como al Senado, que adopten una legislación que «garantice el acceso y la calidad a los servicios de salud para todos, se mantengan los requisitos que señalan que los fondos federales no deben utilizarse para abortos electivos, o planes que los incluyan, protegiendo eficazmente los derechos de conciencia, y mantener el sistema de acceso a la salud que los inmigrantes tienen en la actualidad, eliminando las barreras que impidan su acceso».
Sobre una ley que garantice el acceso a la salud para todos, los Obispos señalaron que ésta «es un bien social» y que, por lo tanto, debe llegar a todos «comenzando con los más pobres». Al respecto, dijeron que la Cámara y el Senado han hechos grandes avances en cuanto a la cobertura de la salud, pero que «los proyectos de ley todavía dejan entre 18 y 23 millones de personas sin un seguro para la salud».
También manifestaron que el proyecto de ley que, «lamentablemente, el Senado aprobó», sobre la protección de la vida humana y la conciencia, «no se ajusta a nuestros criterios morales», puesto que, «se viola la política federal de larga data contra el uso de fondos federales para los abortos voluntarios y los planes de salud que incluyen dichos abortos».
«Seguiremos trabajando fuertemente para promover una verdadera reforma de la salud que garantice su acceso, mantenga las prohibiciones de larga data sobre la financiación del aborto, defienda los derechos de conciencia y aborde las necesidades de salud de los inmigrantes», concluyeron los Obispos.
Con información de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB)
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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