Ciudad de Guatemala (Martes, 02-02-2010, Gaudium Press) Del 25 al 29 de enero se llevó a cabo en Ciudad de Guatemala la Asamblea Plenaria Anual de los Obispos guatemaltecos. Allí, los Pastores de la Iglesia del país centroamericano, evaluaron la acción pastoral de la Conferencia Episcopal durante el 2009 y eligieron un nuevo Consejo Permanente para el próximo bienio. Al culminar el encuentro, los Obispos dieron un mensaje por medio de un comunicado que titularon «Vivamos la Caridad en la Verdad».
En dicho mensaje, expresaron su gratitud a los sacerdotes, consagrados, catequistas y laicos por «su entrega constante, silenciosa, esforzada», y, de manera especial, dieron gracias a Dios «por todos cuantos llevan adelante el cumplimiento de los objetivos de las comisiones pastorales de la Conferencia Episcopal».
Asimismo, les agradecieron a algunos empresarios, terratenientes y activistas que están a favor del respeto de los Derechos Humanos por «su presencia en medio de nosotros, visibles en la lucha de los guatemaltecos por defender su dignidad, ganándose el pan de cada día honradamente», y por los esfuerzos «por encontrar mejores horizontes de bienestar para sus familias», así como por las iniciativas en «favor del desarrollo integral».
«Agradecemos sobre todo, el sentido de esperanza que se encuentra en el alma del pueblo guatemalteco. Todo esto es luz que ilumina y fuente de esperanza en tiempos mejores», agregaron.
Un mensaje para los dirigentes
Los Obispos, también manifestaron que, como «Pastores a ejemplo de Jesús», han visto la realidad del pueblo de Guatemala escuchando «sus voces de dolor y tristeza, esperanza y agradecimiento», y que lo que han visto y escuchado, lo quieren compartir «con quienes tienen la responsabilidad de dirigir nuestra patria».
Señalaron que el creciente número de asesinatos, así como la cantidad de linchamientos, que también han venido en aumento, «sin duda tiene una responsabilidad de parte de las autoridades del Estado, ya que el Acuerdo Nacional para el avance de la Seguridad y la Justicia, no ha sido eficiente y adecuadamente cumplido».
Igualmente, afirmaron que contener la violencia también es responsabilidad de los ciudadanos, principalmente de quienes se consideran católicos, y que es «vergonzosa y decepcionante la inestabilidad ante el irrespeto a la vida humana, expresada en la promulgación de leyes antinatalistas y en la promoción de una educación anti-vida».
Sobre el modelo económico que existe actualmente en Guatemala, los Obispos señalaron que es un modelo en el que «predomina la lógica mercantil», y que, en la práctica, la actividad económica «no está ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad, sobre todo, de la comunidad política». Igualmente, hicieron una invitación a que se impulse un modelo de desarrollo, que sea integral y de largo plazo, «con una visión de futuro, en el cual se ponga en primer lugar y se favorezca la promoción y participación en el bien común».
Al respecto los Obispos, citando parte de «Caritas in Veritate» -Encíclica de Benedicto XVI- señalaron que «el gran desafío que tenemos, planteado por las dificultades del desarrollo en este tiempo de globalización y agravado por la crisis económico-financiera, es mostrar que en las relaciones mercantiles, el principio de gratuidad y la lógica del don, como expresiones de fraternidad, pueden y deben tener espacio en la actividad económica ordinaria».
Los Pastores del país centroamericano concluyeron su mensaje exhortando al pueblo de Guatemala «a mantener la serenidad y evitar recurrir a la violencia» para darle solución a los problemas. Y recordando parte del mensaje inaugural de Benedicto XVI en Aparecida, Brasil, finalizaron: «Señor Jesús: quédate con nosotros, porque entorno a nosotros se van haciendo más densas las sombras y Tú eres la Luz; en nuestros corazones se insinúa la desesperanza y Tú los haces arder con la certeza de la Pascua».
Con información de la Conferencia Episcopal de Guatemala.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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