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Brasilia (Miércoles, 03-02-2010, Gaudium Press) La Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), representada por su Secretario General, Mons. Dimas Lara Barbosa, se reunió al final de la tarde de ayer con el ministro de la secretaría especial de Derechos Humanos, Paulo de Tarso Vanucchi, para conversar sobre el Programa Nacional de Derechos Humanos (PNDH-3), divulgado por el gobierno el 21 de diciembre del año pasado.
En el encuentro, que duró más de dos horas, Mons. Dimas destacó el clima «amigable» de la reunión con el ministro, y resaltó que muchos de los artículos del PNDH-3 son consensuales en, por lo menos, el 80% de sus propuestas.
Para el prelado, los disensos para la Iglesia en el programa de gobierno se deben al hecho de que la Iglesia mira los derechos humanos a partir de la dignidad humana de toda persona, desde su concepción hasta su muerte natural. Entre estos disensos están la despenalización del aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y el derecho de adopción de niños por parejas homosexuales.
«Hay muchas cuestiones en el Plan en las que tenemos consenso, fruto de luchas históricas de varios compañeros. Muchas propuestas contenidas en el Plan ya fueron debatidas en las Semanas Sociales Brasileñas realizadas por la CNBB», observó.
Por su parte, el ministro Vanucchi señaló la importante lucha que la Iglesia Católica desempeña a favor de los derechos humanos en Brasil.
El ministro destacó también que, por orden expresa del presidente Luís Inácio Lula da Silva, el artículo sobre la despenalización del aborto, uno de los puntos de disenso para la Iglesia, será alterado.
«El texto del aborto va cambiar. El texto del aborto es una orden expresa del presidente. Donde no hay consenso vamos a trabajar para hacer la corrección», afirmó.
Arzobispo de Juiz de Fora, Minas Gerais, Brasil critica el programa
Mons. Gil Antônio Moreira, en un reciente artículo, también hace una crítica al PNDH-3. Para el prelado, es «cruel ver que todo esto viene embutido en paquete sobre el cual se escribe Derechos Humanos, cuando es justamente lo contrario».
«Es notorio el espanto que ciertos términos del reciente Programa Nacional de Derechos Humanos, publicado por el Gobierno Lula, ha causado a la población brasileña», afirmó Mons. Gil.
En relación con la despenalización del aborto, Mons. Gil defiende el derecho a la vida y cuestiona: «¿Dónde está defendido el derecho del niño que aún se encuentra en el seno materno, de nacer, de vivir y tener sus demás derechos reconocidos?».
Al realizar sus críticas a la incoherencia del apoyo del programa, al intento de promoción de abortos legales en el país, el Arzobispo indagó en su texto: «¿Cómo puede alguien condenar métodos agresivos del tiempo del Gobierno militar y proponer la práctica de tortura al agredir los cuerpos de niñitos en el acto abortivo, en determinados métodos, cuando son literalmente dilacerados hasta sin anestesia, o simplemente eliminados con otros métodos como si el ser humano pudiese ser descartado como basura?».
En su comunicado, el prelado de Juiz de Fora mostró su consternación sobre la propuesta de la legalización de las uniones homosexuales y la comparación de éstas con el matrimonio entre el hombre y la mujer, al afirmar que «tales situaciones hieren al real concepto familiar».
Al final del artículo, el Arzobispo de Juiz de Fora señaló que las medidas publicadas no dejan de «asustar a nosotros, obispos, que oímos al presidente de la República afirmar en público, durante la Asamblea de la CNBB en 2002, que jamás admitiría en su gobierno cualquier medida que agrediese la fe cristiana del pueblo brasileño».
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