Washington (Martes, 09-02-2010, Gaudium Press) El director ejecutivo del Secretariado de Diversidad Cultural en la Iglesia de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, el padre jesuita Allan Figueroa Deck, presentó el pasado jueves 4, los resultados del estudio «Iniciativas de Organización del Ministerio Católico Hispánico Nacional y Regional: Una Evaluación».
El estudio, que aborda la situación de las organizaciones e iniciativas católicas al servicio del ministerio hispánico, fue elaborado por el Instituto de Investigación de Comportamiento y Estudios Católicos de la Universidad Católica de América, en Washington, y se basó en una encuesta y un análisis de las estructuras, servicios, actividades y desafíos de 20 organizaciones católicas hispánicas regionales y nacionales de los Estados Unidos.
Entre las principales conclusiones tomadas por el estudio está la constatación de que hay una escasez de fondos con que operan la mayoría de las organizaciones y, también, la limitada capacidad interna en términos de planeamiento, personal y generación de recursos económicos. Otras áreas de preocupación levantadas son los ordinarios cambios de liderazgo y la alta dependencia de los voluntarios, que acarrean la falta de continuidad.
La escasez de programas dedicados a la pastoral juvenil y de iniciativas para unir un gran número de católicos que no están formalmente afiliados a ninguna parroquia son otros puntos fallidos observados por la pesquisa.
Según el profesor del Centro Cushwa para Estudio del Catolicismo Americano, de la Universidad de Notre Dame, y miembro del grupo asesor de estudio, Tim Matovina, este trabajo confirma lo que por algún tiempo han expresado los diversos líderes del ministerio hispánico. «El principal desafío para muchas de las organizaciones regionales y nacionales dedicadas al ministerio hispánico es que su misión se ve menospreciada por una seria falta de recursos financieros y, consecuentemente, de personal», explica.
Conforme el profesor de la Universidad de Notre Dame, una de las metas estratégicas imprescindibles para asegurar la vitalidad de la fe católica de los latinos pasa por el fortalecimiento de las estructuras que sustentan el ministerio hispánico.
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