Santiago (Miércoles, 17-02-2010, Gaudium Press) En conferencia realizada en el Museo del Convento de San Francisco de Santiago de Chile, fue lanzada la Campaña «Cuaresma de Fraternidad 2010», cuyos recursos serán destinados a financiar proyectos que vayan en beneficio de jóvenes en riesgo social.
«Es muy simbólico que presentemos esta campaña en este lugar, en la casa de los franciscanos, porque ella simboliza el espíritu de solidaridad y fraternidad que caracterizó a San Francisco de Asís», declaró monseñor Alejandro Goic, obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal Chilena.
Mons. Goic ha planteado el noble motivo de la campaña para invocar una amplia generosidad del pueblo chileno en esa intención: «No es una colecta más, es una obra de amor, es un esfuerzo grande que hace la Iglesia en Chile cada año, en este tiempo en que nos preparamos a celebrar lo central de los misterios de la fe, la muerte y la resurrección de Jesús, de centrar la vida en lo esencial, en la preocupación por las personas, especialmente por los más vulnerables».
Por su parte Lorenzo Figueroa, director del Área Pastoral Social – Caritas de la Conferencia Episcopal de Chile, habló sobre los proyectos que beneficiarían a los jóvenes, financiados por la campaña: «Algunos no pudieron terminar su enseñanza media, otros no encuentran trabajo por primera vez o no tienen posibilidades de capacitarse en algún oficio. Para muchos de ellos el entorno no les ofrece lo que sueñan», explicó.
Afirmó también que los recursos de ‘Cuaresma de Fraternidad’ se distribuyen «a través de un sistema de proyectos que tiene una condición técnica que permite una medición de impacto, es decir, tienen también un soporte, un sustento profesional, técnico, que nos garantice que estos fondos van a tener una utilización de acuerdo a la intención de los donantes, a que realmente sea un aporte que colabore a mejorar la vida de personas concretas».
«La Iglesia nos propone rezar mucho más»
Refiriéndose al espíritu con que se debe vivir la Cuaresma y que se relaciona con la campaña, Mons. Goic apuntó que «la Cuaresma de Fraternidad nos invita a llevar una vida más sencilla, para asemejarnos al Señor, y la Iglesia nos propone rezar mucho más, insistentemente al Señor misericordioso, vivir de un modo más austero, privarnos de gastos superfluos que nos permitan ahorrar esos recursos y ponerlos a disposición de los jóvenes que más han sufrido y que hemos dejado fuera de la mesa».
Con información de la Conferencia Episcopal Chilena
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