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Bogotá (Martes, 23-02-2010, Gaudium Press) Con motivo de la reunión anual que el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) realiza para evaluar las labor efectuada durante el año anterior y planificar su actividad para el 2010, los miembros del equipo de apoyo de este departamento -conformado por Obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas, laicos y asesores- publicó una declaración que titularon: «Crisis económica, opción por los pobres y cuidado por la creación. Por un desarrollo humano, integral y solidario». El encuentro se llevó a cabo en la sede del CELAM en Bogotá, los días 7 al 10 de febrero.
Según informó el CELAM, en dicha reunión, los representantes del Departamento de Justicia y Solidaridad constataron «la problemática que viven los pueblos de América Latina y el Caribe», por lo que quisieron hacer pública, tanto a la población latinoamericana como a sus líderes, una declaración sobre esos temas.
Al iniciar el documento, hicieron referencia a la globalización: «el aceleramiento de la globalización en las últimas décadas ha tenido un impacto muy grande en la sociedad, lo cual se ha reflejado, en medio de la crisis financiera, en la búsqueda de caminos conjuntos para el desarrollo de la economía mundial», sin embargo -agregaron-, «al mismo tiempo, es necesario constatar que el tipo de globalización promovido por el mundo de hoy, está animado por la ideología neoliberal y por un «fundamentalismo de mercado» que ha derivado en un aumento de la pobreza (…), en el debilitamiento del papel del Estado en la búsqueda del bien común».
También señalaron que, pese a esto, a la vez se «ha despertado la conciencia en los valores locales y la expansión de procesos culturales de los excluidos a partir de lo que se ha llamado la «globalización desde abajo»».
La crisis económica mundial y las desigualdades
Sobre la crisis económica mundial, que han denominado «la mayor en 80 años», manifestaron que ésta «ha tenido fuertes impactos en los altos niveles de pobreza y desigualdad de América Latina», los cuales, con frecuencia, se han dejado de lado -tanto en los medios de comunicación, como en el discurso político-, y se han enfocado únicamente «en las consecuencias financieras y macroeconómicas de la crisis», agregaron.
También, señalaron que ésta crisis económica ha acentuado las agudas desigualdades en Latinoamérica, siendo «las mayores, comparativamente, de cualquier región del mundo». Al respecto, citaron parte de la última Encíclica Social de Benedicto XVI, donde el Pontífice dice que «la riqueza mundial crece en términos absolutos, pero aumentan también las desigualdades».
Igualmente, advirtieron que, como consecuencia de esta crisis económica, «la población de América Latina inicia el 2010 con 9 millones más de pobres respecto de la cifra de inicios de 2009, que ya era muy elevada», creciendo la pobreza a nivel de indigencia y generándose el fenómeno de «la exclusión social», que, como añadieron, es un factor que puede contribuir en la generación de mayores índices de criminalidad.
Promoción de una verdadera responsabilidad ecológica
Frente al incremento de las actividades extractivas en la región, recordaron que hoy, más que nunca, es «necesaria la promoción de una verdadera responsabilidad ecológica». Sobre el tema, invitaron a los países latinoamericanos a «empeñar esfuerzos en la promulgación de políticas públicas y participaciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y restauración de la naturaleza».
Por su parte, los Obispos presentes en el encuentro, señalaron que es urgente una educación ecológica que, citando el documento de Aparecida, «ayude a descubrir el don de la creación, sabiéndola contemplar como casa de todos los seres vivos y matriz de la vida del planeta, a fin de ejercitar responsablemente el señorío humano sobre la tierra y los recursos».
Un llamado a «nuevas formas de compromiso»
Al concluir su declaración, los representantes del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM hicieron un llamado recordado una advertencia que Benedicto XVI realizó en su Encíclica «Caritas in Veritate»: «la crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se convierte en ocasión de discernir y proyectar un mundo nuevo».
Del mismo modo, invitaron, «como discípulos misioneros de Jesucristo en este continente», «a renovar y reafirmar la opción preferencial por los pobres», y a revivir el compromiso «en la búsqueda del desarrollo humano integral solidario».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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