Bogotá (Viernes, 26-02-2010, Gaudium Press) Durante todo el período de colonización fue la Iglesia la que con su ejemplo y predicación mitigó las penurias de los pobladores nativos. Siempre presente durante todas las travesías, hacía que la Cruz de Cristo figurase en los corazones y en los suelos descubiertos.
Normalmente, las poblaciones se desarrollaban en torno a la nueva «parroquia», que era en sus inicios una rústica choza.
Entretanto, en la fundación de la población cundinamarquesa de Gachalá, fue un sacerdote quien tuvo casi todo el mérito de los inicios.
«En el año de 1.804, el padre Mariano de Mendoza y Bueno (…) solicitó al virrey Amar y Borbón, la donación de estas tierras con el propósito de fundar la población de Gachalá. Seis años más tarde, el Virrey, por decreto del 22 de Febrero de 1.810, decide elevar a la categoría de parroquia y ordenó librar el título correspondiente.» Nacía así la cuna de la gente gachaluna, que por estos días conmemora sus 200 años de su existencia.
Poco después de haberle sido cedido el terreno al religioso, se estableció allí una misión de jesuitas, en el año de 1.810, dando forma al poblamiento de la región. En el año de 1.999, se institucionalizó el 22 de Febrero como el día de fundación, mediante Decreto No. 005 de la Alcaldía Municipal de Gachalá.
Celebraciones por los 200 años
Del 18 al 22 de febrero Gachalá realizó las fiestas conmemorativas del bicentenario y como uno de los actos centrales, el domingo 21 tuvieron lugar las celebraciones religiosas. Ese día, una nutrida procesión con la imagen de la Virgen recorrió las calles principales hasta la plaza central, lugar en el que se celebró una misa campal de acción de gracias, presidida por monseñor Héctor Cubillos, obispo de Zipaquirá, y concelebrada por monseñor Hernán Alvarado, obispo de Guapi. Por su parte, el párroco de la población, P. Víctor Tocansuche coronó a la imagen de la Virgen en medio de la aclamación popular. Acompañaron los eventos 20 integrantes de la Orden Tercera de los Heraldos del Evangelio.
Las festividades fueron la ocasión para que en uno de los altares de la Iglesia se introdujese de forma permanente una bella imagen de la Virgen de Fátima, que fue recibida con enorme alegría por todos los fieles. Las autoridades civiles, representadas por el Alcalde Jaime Correal, se hicieron presentes en estas ceremonias.
Deje su Comentario