Puerto Príncipe (Lunes, 01-03-2010, Gaudium Press) El presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, Mons. Louis Kebreau, que es también arzobispo de Cap-Haitien, participó ayer de un encuentro con estudiantes haitianos en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), en la ciudad de Santiago, República Dominicana.
En la ocasión, Mons. Louis habló sobre los efectos todavía sentidos del terremoto en Haití, del día 7 de enero.
Según estimó el prelado, ya son más de 500 mil los muertos por el temblor de tierra – número que puede subir aún más, ya que, pasado más de un mes de la tragedia, todavía continúan apareciendo cuerpos bajo los escombros.
Mons. Louis defendió la reconstrucción «digna y humana» de su país y resaltó que también la Iglesia local perdió muchas vidas en la tragedia, entre las cuales las de 16 seminaristas y un sacerdote.
Para el religioso, el terremoto servirá para cambiar la mentalidad del pueblo haitiano y contribuirá para que las «personas reflexionen sobre el sentido de la vida».
La magnitud de los daños causados por el temblor en Haití fueron mayores que en Chile – cuya potencia del terremoto fue más de 900 veces mayor – porque Puerto Príncipe fue construida para 100 mil habitantes, pero en el momento de la catástrofe vivían en la ciudad más de 3 millones, la gran mayoría en construcciones precarias, de estructura frágil y sin ningún planeamiento urbano.
Además, el epicentro del terremoto haitiano fue en tierra, diferentemente del chileno, en el océano, y su origen fue más próxima de la superficie que en Chile.
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