Roma (Lunes, 01-03-2010, Gaudium Press) Aún bajo el eco de las palabras del Sumo Pontífice -quien hizo alusión al tema de la persecución a cristianos en Irak, en el tradicional Ángelus de los domingos- centenares de cristianos iraquíes realizaron una protesta pacífica el mismo domingo por la ola de violencia fundamentalista que ha cobrado la vida de centenas de cristianos en ese país.
Las protestas tuvieron como epicentro Bagdad y Hamdaniyeh, éste último a 35 kilómetros al este de Mosul, lugar donde los ataques han revestido especial crueldad.
De las manifestaciones -que tenían también como intención principal instar al gobierno a que las fuerzas de seguridad protejan efectivamente a los cristianos- participaron numerosos religiosos y sacerdotes, entre ellos Su Beatitud el cardenal Emmanuel III Delly, Patriarca de Babilonia de los Caldeos.
La fecha de ayer coincidía con el secuestro y posterior muerte, hace dos años, del Arzobispo de Mosul de los Caldeos, Mons. Paulos Faraj Rahho, quien fue recordado en los diversos actos litúrgicos.
«En la delicada fase política que está atravesando Irak -afirmó Benedicto XVI en el ángelus- insto a las autoridades civiles a que hagan todos los esfuerzos para devolver la seguridad a la población y, en particular, a las minorías religiosas más vulnerables. Espero que no se ceda a la tentación de hacer prevalecer los intereses de parte sobre la seguridad y los derechos fundamentales de todo ciudadano. Finalmente, mientras saludo a los iraquíes presentes aquí en la Plaza, exhorto a la comunidad internacional a hacer todo lo posible para dar a los iraquíes un futuro de reconciliación y de justicia, mientras invoco con confianza de Dios omnipotente el don precioso de la paz».
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