Redacción (Domingo, 21-03-2010, Gaudium Press)
Vía Crucis: II Estación – Jesús Carga la Cruz a cuestas, por Mons. João S. Clá Dias, EP
V/. Nosotros te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Él mismo cargaba su cruz para fuera de la ciudad, en dirección al lugar llamado Calvario, en hebraico Gólgota (Jn 19, 17).
En verdad, Él tomó sobre sí nuestras enfermedades, y cargó nuestros sufrimientos (Is 53, 4).
Jamás un romano podría ser condenado a la muerte de crucifixión, por ser la cruz el símbolo máximo de la deshonra, reservada a los peores criminales. Pero la señal de la vergüenza por excelencia fue abrazada por Jesús, «Él mismo cargaba su cruz…»
En este paso de la Pasión, Jesús toma sobre sus hombros adorables mis pecados. Entretanto, el Divino Redentor es Rey tan grandioso que transformará la cruz en objeto de elevada nobleza y distinción. Ella será colocada en lo alto de las iglesias, en las coronas de los reyes… y será la pasión de los santos.
¿Qué debo yo ofrecer a Jesús en este momento en que lo veo besar la cruz?
¡Oh Jesús mío! Al verte arrodillado para abrazar el instrumento de vuestro suplicio, me lanzo a tus pies arrepentido y humillado.
Consume todas mi culpas en vuestra infinita misericordia y transfórmalas en una corona más de tu gloria.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V/. Sagrado Corazón de Jesús, víctima de los pecadores
R/. Ten piedad de nosotros.
V/. Por la misericordia de Dios descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R/. Amén.
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