Bogotá (Miércoles, 24-03-2010, Gaudium Press) La residencia del Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia -hoy el cardenal Pedro Rubiano Sáenz- ha estado también sujeta a los vaivenes de nuestra historia. El 9 de abril de 1948, fecha del histórico «bogotazo», junto con muchas otras joyas de la arquitectura colonial, también ardía el palacio arzobispal, uno que había sido preparado y restaurado con ingentes años de esfuerzo. El Arzobispo de la capital de Colombia se quedaba sin morada.
Entretanto la Providencia que nunca falta ni falla, maravillosamente se manifestó por las generosas manos de la señora Margarita Herrera de Umaña y su hija Inés, quienes en noviembre de ese mismo año donaron al entonces arzobispo Mons. Ismael Perdomo, la casa de la esquina suroriental de la Plaza de Bolivar, contigua a la Iglesia del Sagrario, y que era conocida como la Casa de la Aduana.
Ésta, aunque hubo de ser demolida, sirvió de base a la construcción del actual palacio Arzobispal, que fue concluido el 18 de octubre de 1957, nueve años después de la cesión de los terrenos, por la firma Esguerra, Sáenz, Urdaneta y Suárez.
La construcción a pesar de moderna, quiso respetar de forma consciente la fisonomía oriental de la Plaza de Bolívar, donde se hallan la catedral y la capilla del Sagrario y así lo logró, estableciendo una armonía admirable con lo que entonces era el conjunto de la Plaza.
En su interior se encuentran admirables ambientes y hallaron refugio verdaderas joyas de arte, que son el encanto de quienes han tenido la fortuna de visitar el Palacio.
Virgen del Apocalipsis, con retablo de fondo con incrustaciones de concha de nácar |
Vista del Claustro |
Piezas coloniales, cuyo origen y condiciones son explicados por el P. Edison Sahamuel, párroco de las Nieves y Director del Dpto. de Arquitectura de la Arquidiócesis |
Sala del Trono |
Hall de Palacio, conducente a diversos salones |
Comedor del Palacio, de 20 puestos, pronto para la refección, con la vajilla perteneciente a Su Eminencia portando su escudo |
Altar de la capilla barroca, donde el Cardenal primado celebra diariamente |
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