Redacción (Viernes, 26-03-2010, Gaudium Press)
Via Crucis: VII Estación – Jesús cae por segunda vez por Mons. João S. Clá Dias, EP
V/. Nosotros te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
«No abrió la boca, como un cordero que se conduce al matadero, y una oveja cambia en las manos del esquilador. El Señor torna firmes los pasos del hombre y aprueba sus caminos. Aunque caiga, no quedará postrado, porque el Señor lo sostiene de la mano» (Sal 36, 23-24).
A pesar de la ayuda de Cireneo, el peso de la cruz se va volviendo abrumador. ¿Quién, al caer por segunda vez en aquellas circunstancias, no se dejaría permanecer en el piso? Era la oportunidad para desistir. Pero Jesús quiso llevar hasta el fin el holocausto. Y cómo eran suaves aquellas piedras del camino en comparación con los sufrimientos que todavía vendrían más adelante…
Una vez más, quiso Jesús mostrarnos cuál debe ser la extensión de nuestra confianza, aún cuando recaemos en nuestras faltas. El Salvador está siempre dispuesto a perdonarnos. Habiendo Él asumido nuestras culpas, jamás dejará de levantarnos.
Por los infinitos méritos de esta vuestra segunda caída, confirmadme en Vuestra gracia, por María Santísima yo te lo imploro.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V/. Sagrado Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
R/. Ten piedad de nosotros.
V/. Por la misericordia de Dios descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R/. Amén.
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