Menú 
Redacción (Miércoles, 31-03-2010, Gaudium Press)
Via Crucis: XII Estación – Jesús muere en la Cruz por Mons. João S. Clá Dias EP
V/. Nosotros te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
«Habiendo Jesús tomado del vinagre, dijo: ‘Todo está consumado’. Inclinó la cabeza y entregó el espíritu. Vinieron los soldados y rompieron las piernas del primero y del otro que fueron crucificados con Él. Llegando sin embargo, a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le rompieron las piernas, pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua» (Jn 19, 30; 32-34).
«Inclinó la cabeza y entregó el espíritu», afirma el Evangelio. Respecto a esto, pregunta San Agustín: «¿Quién puede dormir cuando quiere, como Jesús murió cuando quiso?» Y afirma San Juan Crisóstomo: «Por sus actos, indica el Evangelista que Él era Señor de todas las cosas».
Del costado «salió sangre y agua», que simbolizan los Sacramentos de la Iglesia, indispensables para nuestra salvación. San Juan emplea el verbo «abrir» para significar la apertura de la puerta de la cual nacería la Santa Iglesia.
¡Oh mi Jesús, prueba de amor mayor no hay! ¡Tú diste tu preciosísima vida por mí! ¿Y qué yo debo darte? ¡Pensar que este mismo sacrificio se renueva todos los días sobre el altar, de forma incruenta, para que yo me beneficiase de él totalmente!
Ah, Señor, aceptad mi pobre ser, mi cuerpo, mi alma, mis familiares, todo lo que me pertenece ahora y en el futuro, hasta mis méritos.
Todo es vuestro, Señor, y a vos te entrego en retribución, por medio de María Santísima.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V/. Sagrado Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
R/. Ten piedad de nosotros.
V/. Por la misericordia de Dios descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R/. Amén.
Deje su Comentario