Santiago (Lunes, 29-03-2010, Gaudium Press) Según un informe dado a conocer por la Oficina de Estadísticas de la Conferencia Episcopal de Chile, un 47 por ciento de los templos católicos del país se encuentra con daños tras el cataclismo del 27 de febrero. El «Informe de Daños en Recintos Religiosos» fue elaborado en base a un primer análisis que realizaron las diócesis afectadas.
De las 27 diócesis que conforman la Iglesia en Chile, 12 de ellas fueron afectadas. Las jurisdicciones eclesiales ubicadas en el centro-sur del país, entre San Felipe y Temuco, han reportado un total de 545 recintos religiosos dañados, de los cuales 440 corresponden a Templos.
Del catastro preeliminar elaborado por las diócesis, se desprenden daños de diversa consideración: un 19% corresponde a daños severos asociados a derrumbe y demolición total; un 24% a daños graves pero que eventualmente permitirían recuperar el templo; un 25% a daños considerables pero recuperables; y un 32% a daños reparables.
La Directora de la Oficina de Estadísticas, Nilda Quezada, informó al episcopado chileno que «la mayoría de los daños severos y graves corresponden a colapsos de recintos y templos con particular daño en torres y campanarios. La pérdida patrimonial es de gran importancia, ya que en las zonas afectadas los templos correspondían a construcciones de antes de 1800, muchos de los cuales fueron declarados monumentos nacionales o patrimonio cultural».
Se pedirá ayuda en el extranjero
Pos su parte, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) y Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic, señaló que «para la Iglesia, la primera preocupación son los templos vivos que son las personas» y llamó a los fieles a seguir ayudando a las personas más afectadas a salir adelante. En referencia a los graves daños que quedaron en las parroquias y capillas, el obispo explicó que pedirá ayuda en el extranjero para juntar dinero, y no descartó hacer una Teletón.
Según informaciones del episcopado, los recintos dañados implican que alrededor de un millón de fieles no pueden congregarse comunitariamente de manera habitual. «Un especial esfuerzo han debido realizar párrocos y agentes evangelizadores para garantizar la continuidad de los servicios litúrgicos y el acompañamiento espiritual, pastoral y solidario, tan necesario en tiempos de dolor y adversidad».
Debido a la magnitud y gravedad de los daños, el comité permanente de la CECh conformó una Comisión de Apoyo a la Reconstrucción integrada por obispos, vicarios y profesionales, cuya finalidad es colaborar con las diócesis en la reconstrucción de los templos.
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