Celam también manifiesta apoyo al Papa Benedicto XVI

Bogotá (Martes, 06-04-2010, Gaudium Press) El presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) y Arzobispo de Aparecida, Brasil, Mons. Raymundo Damasceno Assis, publicó esta semana un comunicado en defensa del Papa Benedicto XVI, quien viene siendo atacado con relación a las denuncias de casos de pedofilia practicados por sacerdotes.

Mons. Raimundo Damasceno Assis

En su mensaje, Mons. Raymundo afirma que al contrario de lo que ha sido publicado por la prensa, la actitud del Papa, en relación con los casos de abusos sexuales, siempre ha sido firme y corajuda, como puede ser fácilmente comprobado por testimonios de personas que trabajan y han trabajado con el Pontífice. De esta forma, para el Arzobispo es clara la falsedad de cualquier insinuación que el Santo Padre haya encubierto escándalos de miembros de la Iglesia.

Delante de estas noticias, que considera infundadas, Mons. Raymundo, como representante del Celam, transmite su solidaridad al Pontífice y dice estar unido a Benedicto XVI en oración. El prelado aprovechó la ocasión, también, para felicitar al Santo Padre por la carta dirigida a la Iglesia Católica en Irlanda, algunos de cuyos miembros estuvieron involucrados en casos de pedofilia. El Arzobispo destaca la clara, justa y exigente orientación presente en la misiva.

Mons. Raymundo se refiere, además, a la Semana Santa y afirma que en este período, el Celam «se dirige al Dios de la Historia suplicando que Él nos permita recordar y compartir más de cerca lo que el Señor sufrió por el pecado también del mundo contemporáneo, abriendo, para todos, por medio de Su entrega única al plan del Padre, la novedad de la vida verdadera y definitiva».

Para el Presidente del Celam, las agresiones injustas que el Papa viene sufriendo hacen recordar a todos los católicos que Cristo murió en la cruz de forma tan incomprensible en el Viernes Santo. Invita, igualmente a unirse con «la Virgen María, en el silencio de su dolor en el Sábado Santo, con la certeza de la participación en la Vida del Resucitado para que seamos, cada vez más, sus fieles discípulos misioneros», concluyó.