El Salto (Jueves, 08-04-2010, Gaudium Press) Alrededor de 12 misioneros -motivados por el hermano Francisco Hernández, de los Hermanos De La Salle, y director del Centro Cultural y Social La Victoria, que ha promovido la Misión Lasallista de la Semana Santa en El Salto, México, y el padre Carlos Aturo Quintero, Secretario Ejecutivo de Comunicaciones del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)- vivieron la experiencia de la Semana Santa con internos y personal de guardia del Centro Distrital de Readaptación Social (CEDIRESO), ubicado en la ciudad mexicana.
Tal como señaló el Padre Quintero en un comunicado publicado por el CELAM, la Semana Mayor fue una oportunidad de crecimiento y aprendizaje «para reflexionar sobre la propia vida y compartir con un grupo de personas que, si bien, están privadas de la libertad por los errores cometidos, ahora libran una batalla intensa por vivir una liberación interior».
Para ello, como explica el sacerdote, se realizó una experiencia de revisión de vida donde los internos analizaron su realidad por medio de talleres de perdón y de reconciliación, y participaron activamente en la celebración del Triduo Pascual. «Para estos internos, la fe y la esperanza son dos virtudes fundamentales; la fe en Dios que les permite confiar cada día en que es posible un mundo nuevo y el cambio de vida; la esperanza de alcanzar un día la libertad para insertarse en la sociedad, tratando de vivir tranquilos y en paz», agregó el Padre Quintero.
El sacerdote, también, dijo que, al vivir la Semana Santa con los internos, notó en ellos «un amor muy grande por la vida», y que, aunque son consientes que no ha sido fácil aceptar su realidad, saben que ya han dado el primer paso «para continuar su camino y crecer como personas».
La Misión Lasallista de la Semana Santa en El Salto
Durante 27 años los Hermanos De La Salle vienen realizando en El Salto lo que se conoce como «La Misión en la Sierra de Durango», donde un grupo de jóvenes -provenientes de diferentes ciudades mexicanas, y animados por los hermanos lasallistas- se internan en la Sierra para llevar el mensaje del Evangelio a zonas rurales que no tienen la posibilidad, por distancia, de ir a la iglesia.
La misión -en la que los misioneros atraviesan varios trayectos; uno en bus, luego en tren hasta El Salto, y luego a pie o en mula hasta las poblaciones rurales- se realiza en Semana Santa. Para este año contaría con la participación de alrededor de 1.400 jóvenes que no pudieron asistir, debido a que la misión fue cancelada por causa de varios hechos de violencia que, recientemente, afectaron a la población rural de la región.
Al respecto, y pese a la dura experiencia de la cancelación de la misión, el hermano Francisco Hernández -quien ha estado a cargo de la iniciativa durante los últimos 10 años- dijo en una entrevista, dada a conocer por el CELAM, que esta decisión fue de la Providencia Divina, la cual le ha permitido «reflexionar sobre la misión, los años que hemos servido en la Sierra y pensar en nuevas alternativas», como la propuesta vivida en Semana Santa con los internos del CEDIRESO.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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