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Santiago (Martes, 13-04-2010, Gaudium Press) Con la presencia del Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Tarcisio Bertone, se dio inicio el lunes 12, a la 99ª Asamblea Plenaria del Episcopado chileno, cuya sesión inaugural se realizó en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago.
La Asamblea continuará sesionando en la Casa de Retiro de Punta de Tralca hasta el 16 de abril, ocasión en la que se finalizará el encuentro por medio de la celebración eucarística en la Catedral de Rancagua, la primera diócesis que la Virgen del Carmen Misionera visite.
Agradecimiento de la Iglesia en Chile ante la visita del Secretario de Estado Vaticano
En la sesión inaugural, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic, agradeció la presencia del Cardenal Bertone y calificó su visita como una «oportunidad preciosa para confirmar nuestra comunión con el Vicario de Cristo y la Iglesia Universal, en la misión de anunciar el Evangelio, fuente de Vida abundante, a los hombres y mujeres de este tiempo».
Además, el Pastor de Rancagua se mostró agradecido la presencia del Cardenal Bertone en las localidades más afectadas por el terremoto y maremoto. «Usted ha podido comprobar que nuestro pueblo está en pie, que la esperanza no decae, que en los momentos de angustia somos capaces de trabajar unidos, y que en este caminar la Iglesia es protagonista presente y permanente», manifestó.
Al finalizar su intervención, monseñor Goic reiteró la gratitud de la Iglesia en Chile al Santo Padre Benedicto XVI por la hermosa imagen bendita de la Virgen del Carmen Misionera. «Cómo no agradecerle ser portador de tan bella noticia y tan significativo regalo. Sepa, Sr. Cardenal, que esta Virgen Misionera con el Evangelio de Chile se encontrará en su caminar con lluvia y con frío, con escombros y preguntas, con duelos y necesidades, algunas no transitorias, sino fruto del egoísmo y la injusticia. Pero también hallará a su paso sonrisas y milagros, gente reunida para compartir lo poco y lo escaso, comunidad que ora y comulga a Cristo aun sin templo», dijo.
Y agregó: «Usted lo ha visto directamente por estos días. Ante la mirada cariñosa de María, el norte de los bailes religiosos también reza por el sufrimiento de los hermanos del sur. En Chile a la Madre del Carmelo se le dice con cariño «Carmelita» y a la Carmelita se invoca y se canta con entusiasmo también en medio de la tragedia».
«Testigos de Cristo en medio del mundo»
Por su parte, el Cardenal Bertone expresó el saludo del Papa Benedicto XVI afirmando: «Desde el primer momento que tuvo noticia del devastador terremoto del pasado veintisiete de febrero, con sus graves consecuencias, ha seguido con especial preocupación e interés la situación que se vive en gran parte de este amado País. Antes de emprender este viaje, Su Santidad me ha encargado de transmitir a cada uno de Ustedes, a sus sacerdotes, seminaristas, religiosos y fieles laicos, el testimonio de su paterna cercanía espiritual, así como la alegría del recuerdo todavía vivo en su corazón de los encuentros llenos de espíritu de comunión y de solicitud pastoral tenidos con Ustedes durante su última visita ad limina».
Luego, el purpurado manifestó su admiración ante la fe y el amor con que los chilenos dirigen sus esperanzas y anhelos a Dios, aún en medio de las difíciles circunstancias en que muchos se encuentran producto de la reciente catástrofe. «Aquí se puede ver cuán profunda ha quedado grabada en el alma de las gentes de esta Nación la invitación que el Venerable siervo de Dios, el Papa Juan Pablo II, hace veintitrés años, dirigió a los jóvenes de Chile, en el Estadio Nacional de Santiago: `¡No tengáis miedo de mirarlo a Él! Mirad al Señor (…) Mirad al Señor con ojos atentos y descubriréis en Él el rostro mismo de Dios´», indicó.
Más adelante, el Cardenal Bertone destacó la fuerza misionera que ha suscitado la V Conferencia de Aparecida, en los pastores y fieles chilenos. «Me congratulo de los numerosos esfuerzos e iniciativas que los Obispos chilenos, reunidos en espíritu de fraterna comunión, llevan a cabo para responder con generosidad a las necesidades espirituales del pueblo fiel, animándolo en el cumplimiento ilusionado de su vocación bautismal de ser testigos de Cristo en medio del mundo, contribuyendo desde dentro, a modo de fermento, a la santificación del mismo», expresó.
Tras valorar las figuras de san Juan María Vianney y san Alberto Hurtado como modelos de fidelidad en el ejercicio del ministerio sacerdotal, el Cardenal Bertone concluyó su intervención con un llamado a los católicos chilenos a mantenerse siempre fieles a Cristo y al Evangelio, en medio del relativismo y materialismo imperante en la sociedad.
Gaudium Press / Igor Roco
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