Santiago (Jueves, 15-04-2010, Gaudium Press) En su última actividad pública en el país, el Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Tarcisio Bertone, participó durante la mañana de ayer en la celebración del centenario del Obispado Castrense de Chile. Por medio de la Santa Misa realizada en el Templo Votivo de Maipú, las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública festejaron los 100 años desde la creación del obispado.
La solemne eucaristía fue presidida por el Cardenal Bertone y concelebrada por el Obispo Castrense, monseñor Juan Barros; el Vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gonzalo Duarte; el Nuncio Apostólico de Su Santidad, monseñor Giuseppe Pinto; el Obispo Castrense de Colombia, Monseñor Fabio Suescún, representando la pastoral militar de América Latina; y otros obispos y capellanes de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Entre las autoridades civiles asistentes se encontraban el ministro de defensa, Jaime Ravinet; el ministro secretario general de gobierno, Cristián Larroulet; entre otros. También asistieron los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y delegaciones de la Armada, Ejército, Aviación y Carabineros.
Trabajo apostólico en el mundo militar
Al dar la bienvenida al Secretario de Estado de Su Santidad, monseñor Juan Barros agradeció al Papa san Pio X por la creación del vicariato castrense de Chile hace 100 años y al Siervo de Dios Juan Pablo II que lo elevó a la categoría de obispado.
Antes de iniciar la misa, monseñor Gonzalo Duarte entregó el saludo del episcopado chileno al Obispado Castrense por estos cien años de trabajo de trabajo apostólico en el mundo militar. «Nos unimos de corazón a la solmene acción de gracias del obispado castrense en la conmemoración del centenario de su creación», señaló.
Y agregó que «durante estos cien años los diversos vicarios y obispos castrenses de Chile, como también incontables capellanes, han trabajado celosamente por el bien espiritual y moral de los fieles confiados a su cuidado pastoral y sus familias. Es así como miles de jóvenes han tenido la oportunidad de acercarse al Señor y a la Iglesia a través de los sacramentos de iniciación cristiana y comenzar una vida de fe».
Por su parte, en Nuncio de Su Santidad leyó a los presentes algunas palabras del Papa Benedicto XVI expresando: «Me uno espiritualmente a la acción de gracias al Señor por los abundantes frutos de vida cristiana y de apostolado alcanzados durante este tiempo». Asimismo destacó que el Papa exhorta a «que conscientes de su vocación bautismal y ayudados por la gracia divina trabajen para ser portadores de la caridad de Cristo como servidores y custodios de la paz, la seguridad y la convivencia armónica entre todos».
«Discípulos y testigos de Cristo»
En su homilía, el Cardenal Bertone manifestó que el Espíritu de Cristo «nos alienta a recordar el pasado con gratitud, a vivir la hora presente sin temor e ir adelante seguros, con esperanza, sabiendo que el mejor servicio que ustedes pueden prestar a la sociedad es ser discípulos y testigos de Cristo como guardianes de la paz, agentes de reconciliación y constructores de un mundo cada vez más humano y fraterno».
Además destacó que la creación del vicariato y luego obispado Castrense denota «cómo la Iglesia, preocupada por cumplir su labor de anunciar a todos los hombres el Reino de Dios, ha cuidado siempre a quienes conforman las Fuerzas Armadas y de Seguridad, sabiendo que por su misión tienen que vivir en circunstancias nada fáciles».
En este mismo sentido, resaltó la labor de los obispos castrenses y de los capellanes en la vida espiritual de los uniformados, refiriéndose a ellos como «un gran regalo de Dios para la familia castrense de Chile y para toda la humanidad».
Al culminar su intervención, el Cardenal Bertone encomendó a la Virgen del Carmen a todos los fieles y oró ante Dios para que «bendiga Chile y haga grande esta tierra por el compromiso de todos sus hijos por la concordia, la justicia y el bienestar de todos».
Gaudium Press / Igor Roco
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