Santiago (Miércoles, 21-04-2010, Gaudium Press) Ayer en la mañana, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic, dio a conocer a la opinión pública el mensaje conclusivo de la 99º Asamblea Plenaria de Obispos de Chile que se desarrolló entre los días 12 y 16 de abril en la localidad de Punta de Tralca.
Mons. Goic durante la rueda de prensa |
Por medio de una conferencia de prensa realizada en las dependencias del episcopado, monseñor Goic expuso las ideas principales del Mensaje a las Comunidades que será entregado a los agentes evangelizadores, comunidades e instituciones de Iglesia; para su conocimiento y reflexión en los próximos días.
Bajo el título «Reconstruir desde Cristo la `Mesa para Todos´», los obispos de Chile agradecieron las muestras de afecto del Papa Benedicto XVI, sus oraciones y palabras de consuelo tras el terremoto y maremoto; y su precioso regalo, la imagen de la Virgen del Carmen Misionera que ya ha comenzado su peregrinación por el país.
A varias semanas de la tragedia que enlutó al país, los pastores hicieron un llamado a la reflexión sobre los «valores profundos» en que fundamentamos nuestras relaciones familiares y sociales; y apelaron a una reconstrucción espiritual que acompañe a la reparación de las viviendas y ciudades afectadas.
«La catástrofe que vivió el país el pasado 27 de febrero ha marcado dolorosamente la vida de muchas personas, familias y comunidades eclesiales. Esta tragedia nos ha puesto como frente al espejo de lo que realmente somos: con nuestras virtudes y debilidades. Así como ha expresado valores profundos de nuestra identidad como país, también plantea preguntas sobre la forma en que nos relacionamos como familia, como vecinos, como comunidad. Es el momento de hacer un análisis sereno y profundo de las causas de estos hechos», dijeron los obispos.
Queriendo materializar el lema que se ha propuesto el episcopado en este Bicentenario: «Chile una Mesa para Todos», los obispos expresaron su preocupación por la «deuda social pendiente» que existe en el país e invitaron a las autoridades a convertir su trabajo en un servicio abnegado a los grupos más pobres y desposeídos de la población.
«La situación de las zonas más dañadas por el terremoto nos exige abordar definitivamente la deuda social pendiente, las escandalosas desigualdades y la falta de mejores oportunidades para los jóvenes más vulnerables. Desde la Iglesia desplegaremos nuestros esfuerzos para que podamos hacer realidad este anhelo», expresaron.
Indulto Jubilar
En su mensaje, los obispos reiteraron su propuesta de un indulto masivo que beneficie a los encarcelados y adelantaron que en las próximas semanas se concluirá la elaboración formal de la propuesta que será entregada a las autoridades y a los sectores políticos para su estudio.
«Los Obispos proponemos para este Año Bicentenario un indulto jubilar que beneficie a presos que han cumplido gran parte de sus condenas, han demostrado una buena conducta en los recintos carcelarios, particularmente a quienes se encuentran gravemente enfermos, tienen avanzada edad o se hallan en otra situación de vulnerabilidad. En las próximas semanas concluiremos la elaboración de una propuesta que presentaremos a las autoridades y a los sectores políticos para su estudio. No hay mejor gesto de un pueblo que celebra unido, que incorporar a los que están marginados, manifestando clemencia, solidaridad y misericordia», indicaron.
Sobre los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes
Sobre el delicado tema de los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes,
los pastores reafirmaron su apoyo a las «claras y firmes» orientaciones del Santo Padre en la materia y le expresaron su profunda adhesión frente a las «injustas y falsas» acusaciones que ha recibido.
«Los obispos hemos meditado acerca del modo en que hemos enfrentado, como pastores y como Iglesia, los casos que se han denunciado en nuestro país. También hemos analizado la forma en que estos delitos nos desafían a valorar más aún la fidelidad de los presbíteros y consagrados a su misión apostólica, los procesos de discernimiento vocacional, de admisión a los seminarios y de acompañamiento espiritual a los sacerdotes. En esta reunión hemos actualizado nuestra manera de aplicar la normativa canónica que nos obliga a actuar con rigor frente a eventuales denuncias, aplicación que habíamos establecido ya en mayo de 2003», señalaron.
Y agregan: «No hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores, y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito. A las personas directamente afectadas y a las comunidades que en Chile han visto en algún sacerdote motivo de escándalo, les pedimos perdón, y les exhortamos a comunicarnos estos hechos. Es total nuestro compromiso de velar incesantemente porque estos gravísimos delitos no se repitan».
Al finalizar su mensaje, los obispos exhortaron a los fieles a no menospreciar las manifestaciones de solidaridad y fraternidad que ha suscitado el Espíritu Santo en la comunidad católica peregrina en Chile, a causa de los hechos y acusaciones tan dolorosos que la Iglesia ha tenido que enfrentar este último tiempo.
«No permitamos que estos hechos tan dolorosos nos impidan valorar con inmensa gratitud lo que el Espíritu Santo despierta en nuestro país y en nuestra Iglesia: una verdadera primavera de solidaridad y fraternidad y una gran esperanza basada en el encuentro con Jesucristo vivo, que nos transforma en sus discípulos y misioneros», concluyeron.
Gaudium Press / Igor Roco
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