Santiago (Lunes, 26-04-2010, Gaudium Press) Ante los últimos acontecimientos ocurridos en la Iglesia, y en particular, la acusación por abuso sexual que se lleva a cabo en contra de un conocido sacerdote diocesano y su creciente impacto en la opinión pública local; el Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, envió una carta a todos los párrocos para que fuera leída el domingo 25 a las comunidades eclesiales.
Cardenal Errázuriz |
En la misiva, dada a conocer por la oficina de comunicaciones del arzobispado, el Cardenal manifestó su dolor ante las acusaciones de abuso sexual contra sacerdotes y religiosos que se han apreciado este último tiempo y que afectan a toda la Iglesia. En relación a estos delitos, el purpurado fue cauto en advertir que como en muchas otras instituciones, ellos también afectan a la Iglesia.
«Estos delitos se cometen, por desgracia, al interior de incontables familias, en muchas instituciones dedicadas a la atención de la infancia y la juventud; lamentablemente se dan también en la Iglesia, fundada por Jesucristo para enaltecer a las personas conforme a su dignidad de familiares de Dios, y nunca para destruirlas. Gracias a Dios, la sociedad rechaza absolutamente estos hechos y los condena», afirmó.
Y agregó: «Como también en Chile las noticias de abusos nos han golpeado y conmocionado, les escribo para que ustedes conozcan el parecer y el proceder de nuestra Arquidiócesis ante hechos de esta naturaleza. Es conveniente que ustedes conozcan los antecedentes que les entrego, por la gravedad de los presuntos hechos que son denunciados, por el respeto al cual tienen derecho los acusadores, por la presunción de inocencia de toda persona acusada, mientras no se demuestre lo contrario».
Citando las conclusiones de la 99º Asamblea Plenaria de Obispos en relación a ésta materia, el Cardenal afirmó que no hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores y no hay pretexto alguno para justificar este delito. Asimismo reiteró el compromiso de la Iglesia en Chile a prestar un mayor cuidado en los procesos de discernimiento vocacional, admisión a los seminarios y un mayor acompañamiento espiritual a los sacerdotes.
La Iglesia está decidida a investigar todas las denuncias, eso no significa que la persona sea considerada culpable
Agradeciendo a Dios por todos aquellos sacerdotes ejemplares que entregan su vida al servicio del Evangelio y sus hermanos, el Cardenal Errázuriz se refirió al proceso de investigación que se lleva adelante en contra del sacerdote acusado y la forma ambigua en que este tema ha sido tratado por la opinión pública, en perjuicio del presbítero y de toda la comunidad.
El Cardenal arzobispo de Santiago hizo alusión a una publicación de un diario matutino que divulgó la noticia de la investigación al sacerdote acusado: «Esa misma mañana, al término de una celebración litúrgica en la Catedral, fui consultado por los medios de comunicación acerca de esta información. Respondí que efectivamente está en curso la investigación mencionada. Eso no significa que la persona sea considerada culpable. Significa, simplemente, que la Iglesia está decidida a investigar todas las denuncias. Al día siguiente la causa fue llevada a la justicia civil», explicó en su carta el Pastor.
Y afirmó, refiriéndose al sacerdote en cuestión: «Es un sacerdote que ha trabajado fecunda y generosamente casi toda su vida en la Parroquia del Sagrado Corazón de El Bosque, cultivando en los feligreses la vida de oración, el amor a la Sma. Virgen y a la Santa Misa, como también la preocupación por los pobres. A su persona están unidos en gratitud muchos laicos, como asimismo numerosos sacerdotes y religiosas, por haberlos guiado espiritualmente durante largos años. De él, Dios se ha valido para despertar numerosas vocaciones al sacerdocio, al episcopado y a la vida consagrada. Una acusación contra su persona tenía que remecer a la Iglesia, no sólo en Santiago».
Llamado a la confianza en el proceso
En relación al caso, el Cardenal Errázuriz expuso con absoluta claridad cada etapa del proceso canónico judicial que se inició el 2005 y que aún no ha concluido, y reveló que éste se encuentra bastante avanzado. «Este procedimiento, que aún no ha concluido, ocurre con total reserva, para proteger la libertad de quienes denuncian, defienden y dan testimonios, y preservar el buen nombre de todos ellos. Se encuentra bastante avanzado», destacó.
El Pastor de Santiago llamó a los medios informativos a tener confianza en el proceso que el Arzobispado lleva adelante, ya que «los hechos mismos y la publicidad que se está dando a esta situación causa profundas heridas a personas que reclaman respeto, caridad y apoyo. Provocan ciertamente un gran sufrimiento en quienes denuncian, en la persona denunciada y en quienes creen en su inocencia, ya que no pueden compatibilizar los hechos denunciados con quien sólo recuerdan con admiración y gratitud».
En este mismo ánimo agregó: «Las pasiones, el desconcierto y la desconfianza son un terreno propicio para que el Príncipe de la desunión, la aversión y la mentira siembre sospechas, juicios temerarios y animadversiones, y obtenga una abundante cosecha. Mantengamos la serenidad y la paz interior, sabiendo que todas las cosas redundan en bien de los que aman a Dios y son amados por Él».
«Ante todo, invito a las personas afectadas por esta dolorosa situación, a esperar confiadas en su Iglesia el término de esta investigación. Al mismo tiempo, pido a todos una especial prudencia en las reacciones y en el tratamiento de este tema, por respeto a quienes se ven involucrados. También los invito a orar por quienes sufren debido a esta triste situación, y por quienes deben llevar adelante y colaborar en la investigación, de manera que se llegue a la verdad en la caridad», finalizó el Cardenal.
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