Río de Janeiro (Miércoles, 28-04-2010, Gaudium Press) Termina hoy en la ciudad de Río de Janeiro el Simposio Teológico 2010 de la Arquidiócesis carioca, cuyo tema es «Año sacerdotal: Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote».
Promovido por la Facultad San Benito de Río de Janeiro, el evento comenzó este lunes 26, y acontece en un momento oportuno, cuando la Iglesia celebra la 47ª Jornada Mundial de Oraciones por las Vocaciones y el cierre del Año Sacerdotal. El objetivo del simposio es actualizar el ministerio de los sacerdotes y colaborar en la formación de los seminaristas. Informó la Arquidiócesis de Río.
Para esto, diversos temas están siendo abordados durantes los tres días del evento, tales como: «El sacerdote en una sociedad secularizada»; «La identidad espiritual del sacerdote»; «La caridad pastoral y nuevos desafíos»; «El celibato sacerdotal: origen y significado»; y «Fidelidad de Cristo, fidelidad del Sacerdote».
Las conferencias están siendo dirigidas por obispos y sacerdotes especialistas en formación presbiteral. Entre ellos, el coordinador del Centro de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina, en Buenos Aires, el padre Ariel David Busso; el Arzobispo de Teresina, Piauí, Mons. Sérgio da Rocha; y el Obispo de Itaguaí, en Río de Janeiro, Mons. José Ubiratan Lopes.
Según la Arquidiócesis, el Simposio contó con más de 400 personas inscritas, entre las que se encuentran sacerdotes, seminaristas de las Arquidiócesis de Río y Niterói, de la Diócesis de Itaguaí, en Río de Janeiro y estudiantes de la Facultad de San Benito.
Apertura del Simposio
El discurso de apertura del Simposio Teológico 2010 lo relizó el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, quien disertó sobre el tema «El sacerdote, ícono de Cristo Buen Pastor». Mons. Orani afirmó que el sacerdocio no es un privilegio, sino un servicio, y que el sacerdote, por ser profeta y pastor, debe enseñar, santificar y gobernar el pueblo de Dios.
Mons. Orani recordó, también, que de nada sirve hablar de espiritualidad si no hay una experiencia fuerte de Dios. «Por esto, la constante necesidad de la realización de encuentros vocacionales, la transformación de los seminarios en casa y escuela de comunión y la preparación de capacitados formadores que lleven sus graduandos a realizar una experiencia de Dios mucho más que una experiencia pastoral», explicó.
Concluyendo su homilía, el Arzobispo manifestó estar feliz por la iniciativa de la realización del Simposio, e hizo votos para que éste produzca abundantes frutos, «fortaleciendo a los sacerdotes que caminan y cargan el peso del trabajo diario al servicio del pueblo de Dios».
Mons. Orani también deseó que el encuentro fuese un incentivo «para que, en medio de cruces y calvarios, los sacerdotes retomen el fervor inicial, los orígenes, para el encuentro con el Resucitado».
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