Producción de cerveza trapense amenazada por falta de vocaciones

Asentados hace casi dos siglos en el norte de Bélgica, los monjes cistercienses son los encargados de elaborar la cerveza trapense más antigua del país, la Westmalle.

Redacción (13/04/2023 10:06, Gaudium Press) Asentados hace casi dos siglos en el norte de Bélgica, los monjes trapenses (Cistercienses de la Estricta Observancia) son los encargados de elaborar la cerveza trapense más antigua del país, la Westmalle. Sin embargo, la escasez de vocaciones deja incierto el futuro de la comunidad religiosa y de la cervecería.

Estos monjes comenzaron a elaborar cerveza como alternativa para mantener la vida comunitaria. Hoy, Westmalle es una cerveza reconocida internacionalmente y produce alrededor de 40 millones de botellas al año.

Cervezas trapenses tradicionales

Bélgica también tiene otras cuatro cervecerías trapenses: Chimay, Orval, Rochefort y Westvleteren. Estas cervezas, así como otras cervezas trapenses del mundo, tienen fama de estar entre las mejores cervezas existentes.

Un producto, ya sea cerveza o queso, solo puede recibir la denominación “auténticamente trapense” si se produce dentro de una abadía, bajo la supervisión de monjes o monjas y el beneficio debe destinarse al mantenimiento de la orden trapense y sus actividades benéficas, según las normas de la Asociación Internacional Trapense (ITA).

Por eso, en enero de 2023, la cervecería Achel, perteneciente a la abadía de Nuestra Señora de San Benito de Achel, perdió el sello “trapense” al ser comprada por una empresa privada. El nuevo propietario, Jan Tormans, se ha comprometido a mantener la misma receta y métodos de producción, sin embargo, el título de cerveza trapense ya no se puede utilizar.

La carencia de vocaciones monásticas

Con la escasez de vocaciones en la Abadía de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Westmalle, la cervecería corre un riesgo similar. El director general de la cervecería, Philippe Van Assche, un laico, dice que hay una disminución de vocaciones.

Empezó a trabajar en la cervecería monástica hace 25 años, cuando los monjes delegaron la gestión empresarial y la comercialización en laicos para no perturbar la vida contemplativa de la comunidad religiosa.

Fray Benedickt, responsable de la producción de la cervecería, explicó que “la sociedad actual ofrece pocos puntos de partida para iniciar una vocación monástica. La vida religiosa ya no se considera importante y ha pasado a ser percibida como misteriosa, con una connotación negativa”.

Vida monástica en Westmalle

La abadía de Westmalle fue fundada en 1794 por monjes que huían de la Revolución Francesa. Westmalle pertenece a la estricta observancia de la Orden de los Cistercienses, fundada en 1098. Los monjes siguen la regla de San Benito y las actividades diarias son puntuales.

En Westmalle, los religiosos se despiertan a las 3:45 am y el día transcurre entre momentos de oración, meditación de las Sagradas Escrituras, Misa, comidas comunitarias y trabajo manual. La hora de acostarse es a las 20:00. (FM)

Con información de The Guardian.